Grupos pro cannabis se reúnen en Uruguay para resolver venta legal de marihuana en farmacias
Las exigencias de la organización se centran principalmente en agilizar los trámites legales que, de aprobarse, harían efectiva una tercera vía de acceso a la marihuana legal, tras aprobarse el autocultivo y la pertenencia a clubes cannábicos.
El "Movimiento por la liberalización del cannabis" de Uruguay organizó hoy una concentración en Montevideo para que el Gobierno agilice la reglamentación de la venta legal de marihuana en farmacias, prevista en el marco legislativo aprobado en la Presidencia de José Mujica (2010-2015).
"Nuestra lucha hoy pasa por la aplicación y la reglamentación de la ley", dijo el vocero de la asociación, Bruno Calleros, durante la concentración.
Las exigencias de la organización se centran principalmente en agilizar los trámites legales que, de aprobarse, harían efectiva una tercera vía de acceso a la marihuana legal, tras aprobarse el autocultivo y la pertenencia a clubes cannábicos.
La Junta Nacional de Drogas de Uruguay informó ayer que la regulación de la venta legal de marihuana en farmacias depende de que las empresas productoras culminen el trámite sin prisa porque el Gobierno "no quiere fallar".
Según dijo Callero, el borrador de la regulación sobre la venta en farmacias establece que los usuarios de cannabis podrán adquirir 10 gramos semanales de marihuana legal en estos establecimientos.
El presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, señaló el pasado domingo que la idea de vender marihuana legalmente en farmacias, producida bajo el control del Estado, podría sufrir algún cambio.
Antes de asumir la Presidencia el pasado 1 de marzo, Vázquez manifestó en alguna ocasión su preocupación respecto a que establecimientos habilitados para vender medicamentos se ocuparan de la comercialización de cannabis.
Desde mediados del año pasado, está en marcha el cultivo doméstico, destinado a quienes se registren para plantar marihuana en casa, así como los llamados clubes cannábicos, una suerte de cooperativas para el cultivo colectivo de un grupo limitado de personas.
Calleros subrayó la importancia de "garantizar" el derecho a la privacidad de los inscritos en los clubes así como de los autocultivadores y de la necesidad de asegurar que el acceso a sus datos de registro solo sean accesibles por vías legales o con la autorización previa de un juez.
"Ahora mismo hay más de 2.000 autocultivadores registrados y unas 700 personas inscritas en algún club cannábico", indicó Calleros.
Otras reivindicaciones de la asociación fueron el acceso legal a las semillas y la concreción de un consejo honorario dentro del Instituto de Regulación y Control del Cannabis (IRCA), creado tras la aprobación de la ley de regulación de la marihuana, el cual integre a los productores, clubes, empresas y al Gobierno.
La ley aprobada durante el mandato de Mujica prevé que los usuarios de cannabis pueden estar en posesión de 40 gramos de marihuana de forma legal, el máximo mensual, y también autoriza a los autocultivadores a una producción de 480 gramos al año.
La ley que regula la producción y compraventa de marihuana bajo el control del Estado, aprobada en diciembre de 2013, fue concebida como una forma de acabar con el negocio del narcotráfico.
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