Instalan el primer marcapasos que se controla por internet

El servidor y el sistema remoto se comunican al menos una vez al día para controlar al paciente.




Tras 20 años dependiendo de un marcapasos, Carol Kasyjanski se ha convertido en la primera usuaria de una versión inalámbrica que permite a su médico controlar su salud a distancia, a través de internet.

Hace tres semanas la paciente, de 61 años, se convirtió en la primera persona de mundo a la que se le implantó un marcapasos con un sistema doméstico de control inalámbrico que transmite la información importante a su médico a través de internet.

Kasyjanski, que sufre una enfermedad cardíaca grave desde hace más de 20 años, dice que el dispositivo le ha dado una nueva confianza y una segunda oportunidad en la vida, porque si su marcapasos se estropeara o dejara de funcionar, sólo una acción inmediata le salvaría la vida.

"Hace años el problema fue (el cable que transmite energía del marcapasos al músculo cardíaco), estaba perforado, y hasta que me derrumbé nadie sabía cuál era el problema, ninguna prueba mostró la complicación hasta que me desmayé", dijo.

NUEVO ESTANDAR EN MARCAPASOS
El doctor Steven Greenberg, director del Centro San Francis de Arritmia y Marcapasos, señaló que esta nueva tecnología le permite tratar mejor a sus pacientes y probablemente se convertirá en el nuevo estándar en marcapasos.

El servidor y el sistema remoto se comunican al menos una vez al día, señaló el experto, para descargar toda la información relevante y advertir al médico y al paciente si hay algo inusual.

"Si hay algo anormal,  llamará literalmente al médico responsable a las dos de la mañana si es necesario", dijo Greenberg.

El marcapasos inalámbrico, construido por la empresa St. Jude Medical, fue aprobado en julio por las autoridades sanitarias estadounidenses.

"Es tremendamente conveniente para el paciente incluso en comparación con interactuar con un teléfono para llamar al médico", afirmó el autor.

"A mayor escala, aumenta nuestra capacidad de identificar y evaluar cualquier problema con sus marcapasos y otros desórdenes de ritmo que puedan ser peligrosos o amenacen su vida en formas en las que no podíamos hacerlo antes", agregó.

Kasyjanski, empleada contable, dijo que al principio le había dado miedo ser la primera persona a la que se le implantaba el dispositivo, pero que poco a poco sus miedos habían dado paso a una sensación de alivio, al saber que su corazón está bajo supervisión constante.

MILLONES DE BENEFICIARIOS
En el mundo hay más de 3 millones de personas con marcapasos y 600.000 más se implantan uno de estos dispositivos cada año.

Greenberg comentó que es probable que la tecnología inalámbrica se haga más común en el tratamiento de los pacientes y dé a los médicos más tiempo para centrarse en sus enfermos y no en pruebas de rutina.

"En el futuro, estos marcapasos se colocarán no sólo a las personas con ritmo cardíaco lento. Podremos controlar la presión alta, la glucosa, la falla cardíaca", señaló el experto.

"Hay literalmente docenas de parámetros fisiológicos que ahora, con esta tecnología móvil, podemos abordar para el futuro de la supervisión. Así que no es un supervisor de ritmo, sino un supervisor de enfermedades", afirmó Greenberg.

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