Iquique tiene otro norte

Iquique, Gremio

El cuadro de Jaime Vera cayó 2-3 en su visita a Gremio, que anotó sus goles antes de la media hora. Los celestes están sin puntos en la Copa Libertadores, que es objetivo secundario respecto del Clausura.




Deportes Iquique viajó a Brasil con una convicción clara. Para algunos puede ser una muestra de pragmatismo entendible y, para otros, una falta de ambición criticable, pero al menos ha sido una decisión confesada con publicidad: a los nortinos les interesa la corona del Torneo de Clausura y no demasiado lo que suceda con ellos en la Copa Libertadores. Entendible, ante un campeonato local que no permite deslices debido a su brevedad. Y también debido a la escasez del plantel que dirige Jaime Vera.

Lo cierto es que, en Porto Alegre, Iquique comenzaba su visita casi con nulo afán. Los gaúchos, sin mucho esforzarse, ya dominaban el encuentro desde todo punto de vista y, en especial, desde el marcador, pues antes de los 30 minutos ya estaban 3-0.

Era un juego simple para los de Río Grande do Sul, porque bastaba con acelerar un poco, aprovechar las bandas y luego centralizar para aprovechar la potencia de Rocha y Luan.

Incluso el marcador pudo ser algo mayor antes de pitazo del descanso, pero los brasileños estuvieron particularmente erráticos o, quizás, demasiado relajados con tan cuantiosa ventaja.

La reanudación tampoco ofrecía demasiadas esperanzas de que la historia cambiara y quedara atrás el discurso entreguista difundido antes del viaje a Brasil.

Por eso bastó que Álvaro Ramos se activara un poco, que los volantes tuvieran mayor posesión y que aumentaran la rapidez en tres cuartos de cancha para desnudar las impensadas precariedades de la defensa gaúcha.

Por eso, en apenas siete minutos, los dirigidos de Vera anotaban dos tantos que maquillaban el marcador, pero que abrían la ilusión de dar una sorpresa para ajenos y propios, porque tal vez en la Primera Región nadie esperaba una reacción semejante cuando el encuentro acumulaba una hora de desarrollo.

Los minutos finales mostraron a Gremio algo tenso y lo mismo sucedía con los torcedores, que a cada caída de uno de los suyos reclamaban un penal o una tarjeta.

En esas circunstancias, los locales apostaban más por las transiciones rápidas que por el control del balón, tratando de aprovechar el adelantamiento relativo de los chilenos.

Llegado el minuto 80, vino un cambio de actitud del equipo de Renato Gaúcho, pues fue a buscar un gol que le asegurar la victoria. Para eso, por ejemplo, hizo ingresar a Lucas Barrios, quien ser ofreció de inmediato como opción de descarga.

En esos instantes, Cortés pagó en parte el pecado inicial del primer tanto, al realizar buenas intervenciones cuando el dueño de casa enfatizaba el asedio.

Con ese segundo tiempo que contradecía todo pronóstico, Deportes Iquique demostró que con un poco de brío alcanzaba para realizar un partido digno y para demostrar que Gremio no eran un rival tan inmenso.

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