Ironías y acusaciones mutuas marcan debate Macron-Le Pen
Macron dijo que su rival era un "parásito", mientras que Le Pen lo calificó como heredero de Hollande. Según un sondeo, el 63% encontró al candidato de En Marcha! "más convincente" en el debate.
Se jugaban sus últimas fichas la noche de este miércoles. Tal como estaba pronosticado, el único debate televisivo entre la candidata de extrema derecha, Marine Le Pen, y el socioliberal, Emmanuel Macron, estuvo marcado por fuertes declaraciones y ataques incendiarios. Los aspirantes al Elíseo, buscaron captar el voto de los indecisos, que representan el 18% de los electores y se lanzaron duros dardos con miras al balotaje del domingo.
A sólo tres días de la segunda vuelta, Le Pen va al alza, aunque la diferencia con Macron es considerable. Según la última encuesta del Instituto Odoxa, el ex ministro de Economía de Francois Hollande tiene un 59% de intención de voto y es el amplio favorito, mientras que la líder del Frente Nacional alcanza un 41% de respaldo. Hace una semana estaban en 63% y 37%, respectivamente.
Separados por dos metros y medio y con una temperatura de 20 grados en el estudio, los aspirantes se sentaron frente a frente, tal como se realizan los debates en Francia desde 1974. Y desde allí, la ultraderechista lanzó de inmediatos sus dardos, con ironía. "En cualquier caso Francia será dirigida por una mujer, ya sea yo o madame Merkel". Además, calificó a Macron como el "candidato de las finanzas" y de la "globalización salvaje" y lo acusó de ser el heredero de François Hollande.
La estrategia seguida por Le Pen la llevó hasta el final del foro televisivo: intentar ligar a Macron con el actual Presidente socialista, de quien fue asesor y luego ministro de Economía entre 2014 y 2016. En cambio, ella se presentó como la aspirante del "pueblo, de su cultura, civilización, unidad, de la nación que protege a los ciudadanos y las fronteras frente a la globalización y el islamismo".
Macron no dudó en responder de la misma forma. No sólo tildó a Le Pen de "mentirosa", de hablar tonterías y de carecer de un programa político, sino que dijo que era ella la única heredera "de un apellido, de un partido, de un sistema que prospera en el enfado de los franceses". "Desde hace 40 años tenemos a los Le Pen candidatos a una elección", señaló en referencia Jean-Marie Le Pen, padre de la candidata, que logró pasar a segunda vuelta en 2002.
Macron aseguró que Le Pen sólo apelaba al miedo y a las mentiras y la acusó de ser un "parásito que se nutre del sistema que ha ayudado a coproducir".
Pese a que Le Pen intentó pasar a la ofensiva, un sondeo de la televisión BFMTV señaló que el 63% de los franceses que vieron el debate consideró a Macron mucho más "convincente" que a la candidata de extrema derecha.
Política exterior
En cuanto a las relaciones internacionales, la líder del FN dijo querer "recuperar la independencia" de Francia, ante la posición "sumisa" que ha tenido frente a Alemania. Le Pen propuso tener una relación diplomática con Rusia y EE.UU. "Rusia no ha sido hostil a Francia", dijo. Macron, entonces, afirmó que buscaba una "Francia creíble y fuerte en Europa" que sea capaz de trabajar con sus aliados y reconoció que hay que tener contactos con Vladimir Putin porque los rusos tienen que estar en negociaciones en "diversos casos".
Uno de los momentos más tensos fue cuando se habló de inmigración y seguridad nacional. La líder del FN sostuvo que si el ex ministro llega a la Presidencia, habrá una "inmigración masiva". El líder del movimiento En Marcha!, respondió y acusó a Le Pen de tender una "trampa" y de querer una "guerra civil" en Francia en cuanto a seguridad interior. Le Pen incluso dijo que su rival de recibe apoyo de asociaciones islámicas.
"Es necesario erradicar la ideología fundamentalista y usted no lo hará porque está sometido a ellos. Tiene relaciones con gente próxima a quienes cometen atentados", dijo la candidata. Macron señaló que la lucha contra el terrorismo sería una de sus prioridades si gana la Presidencia y que dirigirá con "firmeza". Así, Macron señaló que hay países que no figuran en el espacio Schengen y que también han sufrido atentados, por lo que el cierre de fronteras "no sirve para nada".
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