Japón: a dos semanas del terremoto, sigue el riesgo nuclear
Las autoridades admitieron que la vasija de contención del reactor número 3 de la central Fukushima podría estar dañada, lo que hace temer más filtraciones de radiación.
A dos semanas del terremoto y posterior tsunami que asolaron el noreste de Japón, la Agencia de Seguridad Nuclear de ese país reconoció este viernes que la vasija de contención del reactor número 3 de la central nuclear de Fukushima Daiichi podría estar dañada, luego de que se detectara en el área la presencia de agua con altos niveles de radiactividad.
En una rueda de prensa, Hidehiko Nishiyama, portavoz del organismo, dijo que el agua con radiación podría provenir del núcleo del reactor, por lo que "no se puede descartar" que haya daños en la vasija o tanque de contención, aunque hizo hincapié en que "es prematuro ofrecer conclusiones".
Los ingenieros japoneses que trabajan en la planta nuclear de Fukushima, situada a 240 kilómetros al norte de Tokio, informaron que el agua del reactor número 3 muestra índices de contaminación radiactiva 10.000 veces mayores a lo normal.
El terremoto y el posterior tsunami causaron serios daños en la planta de energía atómica, cuyo reactor 3 fue dañado por una explosión de hidrógeno el 14 de marzo.
El jueves, dos trabajadores fueron hospitalizados después de haber expuesto sus pies al agua contaminada sin usar las botas de protección adecuadas, mientras intentaban restablecer el suministro eléctrico en ese reactor.
Considerados héroes anónimos que se exponen a peligros desconocidos, unos 300 ingenieros trabajan en Fukushima día y noche para contener las filtraciones de radiactividad en el complejo de seis reactores.
Sin embargo, el jueves tuvieron que abandonar algunas partes del complejo cuando los obreros que reemplazaban un cable cerca de la unidad número 3 fueron expuestos a alta contaminación al estar parados sobre agua radiactiva.
Todos fueron llevados a un hospital con posibles quemaduras por radiación después de que les cayera agua sobre sus botas.
MEDIDAS
Entre tanto, las autoridades ordenaron la aplicación de nuevos procedimientos de emergencia en la zona.
El gobierno decidió evacuar un radio de 20 kilómetros en torno de la planta de Fukushima y les recomendó a quienes viven en un radio de entre 20 y 30 kilómetros que no salgan de sus casas, aunque el ministro portavoz, Yukio Edano, fue más lejos y les aconsejó que abandonen voluntariamente la zona.
Los operarios de la planta, con la ayuda de bomberos, reanudaron este viernes la inyección de agua sobre las unidades 2, 3 y 4 de la central, mientras tratan de reactivar las bombas para poner en marcha sus sistemas de refrigeración rociándolas con agua de mar.
Fuentes oficiales informaron que la cifra de muertos por el terremoto y el posterior tsunami en Japón superó los 10.000, mientras cientos de miles de personas todavía viven en refugios temporales.
Unas 660.000 familias aún no tienen servicio de agua potable y más de 209.000 siguen sin electricidad.
Los temores de radiación en la planta y más allá -se encontraron partículas radiactivas en Islandia- suponen la peor crisis de Japón desde la Segunda Guerra Mundial.
Como agrega el corresponsal de la BBC en Tokio, Mark Worthington, dos turistas japoneses que llegaron a China en un vuelo desde la capital japonesa están siendo tratados en el hospital por altos niveles de radiación, aunque no está claro cómo se contaminaron.
Además de provocar el accidente nuclear más grave desde Chernobyl en 1986, el sismo y el tsunami dejaron cerca de 27.400 personas muertas o desaparecidas en el noreste del país.
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