Jefe de inferiores de la "U": "Se debe armar un proyecto a 15 años"

Juan Gutiérrez llegó este año para asumir las divisiones inferiores de Universidad de Chile, uno de los "grandes", y que, por lo mismo, cuenta con los recursos para potenciar el trabajo de los cadetes. Y desde esa posición analiza los malos resultados de la Sub 17 y la Sub 20 en los últimos Sudamericanos. En su opinión el eterno problema es que no hay continuidad ni proyectos a larzo plazo, ya que se privilegian los resultados.

Gutiérrez comenta que "el principal problema es que las selecciones menores no tienen continuidad y no hay un proyecto acorde. Si el técnico anda bien sigue, si anda mal, lo echan... En la adulta los resultados dan la continuidad, en las menores la continuidad dará los resultados".

Frente a ese punto, destaca que "los clubes han tenido la continuidad, Pueden haber cambios de nombres, pero hay un proyecto, objetivos, perfiles de jugadores, modelos a desarrollar. Pero si empiezas a modificar eso, los procesos siempre partirán de cero".

Gutiérrez comenta que "hay procesos que les fue bien, como el de Sulantay, que siguió. Pero a los técnicos se les estigmatiza por los resultados. A Ivo Basay le fue pésimo en Puerto Ordaz (Sub 20) y a los tres meses le cayó de rebote Toulon, donde fue campeón. ¿Pasó de malo a bueno en tres meses? Imposible".

El entrenador de las inferiores de la "U" pone otro ejemplo. "Hace varios años, Fernando Cavallieri dirigió una Sub 20 en Uruguay. No clasificaron y los hicieron pedazos. Pero ahí estaban Claudio Bravo, Jorge Valdivia, Mauricio Pinilla, Gonzalo Fierro y otros que hoy son la base de la adulta. ¿Eso fue un fracaso?".

Pensando en el futuro, Gutiérrez dice que "falta un organismo que dé las pautas. Porque ahora las selecciones menores dependen de los dirigentes, de la persona de turno que no siempre conoce el trabajo de cadetes... Se debe armar un proyecto a 12, 15 años, acorde a lo que ellos quieran, pero que defina un proceso, no a cuatro años, sino que a largo plazo. España lo hizo después del Mundial de 1982 y los Juegos Olímpicos de Barcelona. Y ahora ha dado frutos".

En todo caso, apunta a que no deben depender del técnico ni de la selección adulta. "Deben ser independientes, tener puentes, pero no depender de arriba, porque después ese entrenador cambia. Deben ser áreas distintas".