La biblioteca de la reconstrucción

Corriendo emocionados, llegaron los primeros niños a la biblioteca de campaña que instaló la Universidad Católica en Chañaral y que fue inaugurada el  pasado 2 de mayo. La idea surgió como una ayuda para la comuna, luego de los aluviones que a fines de marzo afectaron el norte del país. Chañaral se convirtió en una de las zonas más afligidas por la tragedia y entre las pérdidas se encuentran la biblioteca pública que tenía la comuna, y varios establecimientos educacionales, lo que ha impedido retomar las clases en la zona.

La campaña se enmarca dentro del proyecto Biblioteca Escolar Futuro, una iniciativa de la universidad que tiene como objetivo ofrecer un espacio acogedor a los jóvenes que han sido afectados por la catástrofe. "Dentro de los aportes que la Universidad Católica está entregando a Chañaral, está el crear un espacio público, agradable de estar y de lectura para niños, jóvenes y preescolares, donde puedan estudiar y encontrarse. Ha sido muy emocionante ver la respuesta de los niños, que corrieron para tomar los libros, leer y jugar", cuenta el rector de la UC, Ignacio Sánchez.

En Chañaral, los habitantes están contentos con la nueva biblioteca, que cuenta con 1.800 títulos y se mantendrá hasta que se construya una definitiva. El alcalde, Héctor Volta, agradeció la obra y dijo que ayudará a que "los niños y adultos no pierdan el acceso a la lectura. Nuestra biblioteca anterior fue arrasada por el aluvión; este es un impulso para trabajar en la reconstrucción".

Omar Monroy, presidente de la Corporación de Desarrollo Local y encargado del nuevo espacio, destaca que "los niños están disfrutando de la biblioteca, más en un momento de desolación con la destrucción que hubo. Es una manera de traerles esperanzas".

La campaña -que fue levantada tras un trabajo conjunto entre la universidad, el municipio, la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (Dibam) y la Corporación de Desarrollo Social- está pensada como un lugar para desarrollar las clases y actividades de aprendizaje, por lo que su diseño fue realizado con muebles modulares, al igual que las otras Bibliotecas Escolar Futuro que tiene la universidad en Santiago, Villarrica y Valle del Elqui.

"Vimos que era necesario que los niños y jóvenes, y la comunidad en general, tuvieran un espacio donde puedan estar y volver a tener libros, como una manera de reconstituir la memoria y también que puedan contar con un espacio bonito, acogedor y donde se puedan distraer. Estamos conscientes que los niños de Chañaral no pueden esperar", explica la coordinadora del proyecto, Francisca Vergara.

El proyecto de la institución comenzó en 2014, con la intención de fomentar la lectura en colegios con altos índices de vulnerabilidad, ubicados cerca de los campus, centros de investigación o entidades ligadas a la universidad.

Así, el año pasado abrieron sus puertas las bibliotecas del Campus Oriente en Santiago, Villarrica, en la Región de la Araucanía, y la Escuela Familiar Agrícola del Valle del Elqui, en la Cuarta Región, dependiente de la Fundación de Vida Rural UC.

Durante este año se sumarán las de dos campus restantes en Santiago: Casa Central y Lo Contador; además de proyectos en la cárcel de mujeres de San Joaquín;  Alto Hospicio en la región de Atacama;  Las Cruces en Valparaíso y Puerto Tranquilo, en Aysén. El objetivo es favorecer a 80 mil alumnos y ocho mil profesores.

El último de estos recintos en ser inaugurado fue el del Campus San Joaquín, a fines de marzo, y beneficia a alrededor de 20 mil alumnos y 1.800 profesores de 54 colegios municipales y particulares subvencionados. Además, cuenta con una colección de entre seis mil y ocho mil títulos, sobre la base de las recomendaciones del Ministerio de Educación, las necesidades de los colegios, y lecturas complementarias sugeridas por un comité experto del proyecto.