La Champions: Un sueño prohibido para los chilenos
Fernando Riera, Marcelo Salas y Mark González estuvieron a un paso de ganarla. Iván Zamorano salió del Madrid y al año siguiente celebraron los merengues.
No hay caso. Para el fútbol chileno, la Liga de Campeones de Europa es un trofeo que se ha tenido que mirar de lejos en sus 59 años de historia. No importa como la haya llamado en el tiempo. Copa Europea, Copa de Clubes Campeones o Champions League. Ningún chileno ha tenido la oportunidad de estar en cancha y pelear, aunque sea un par de minutos, por el título más importante de clubes del mundo. El estratega Fernando Riera, el delantero Marcelo Salas y el extremo Mark González estuvieron cerca de esa corona, pero no lo consiguieron. Aquí su historia...
Tras conducir a La Roja en el Mundial de 1962, Riera llegó a Portugal para dirigir al Benfica. En el torneo local no hubo escuadra que pudiera detenerlo y junto a las Aguilas se adjudicó el campeonato. ¿Y en la Liga de Campeones? La situación fue similar, pero en la definición el elenco peninsular no pudo deshacerse del Milan (1-2) y, en mayo de 1963, el chileno terminó siendo el primer adiestrador que alimentó la maldición del ex técnico húngaro Bela Guttmann, quien algunos meses antes había dicho que "... El Benfica, sin mí, nunca ganará una copa europea".
Tuvieron que pasar 40 años para ver a otro chileno cerca de la Orejona, como se le denomina al trofeo. Fue Marcelo Salas, quien 2003 estuvo en el plantel de Juventus que alcanzó el partido final, pero, al igual que Riera, no tuvo la suerte de ganar. Un año y medio antes, el máximo goleador de la Selección se rompió los ligamentos de la rodilla derecha y no pudo colaborar con la Vecchia Signora ante Milan. Y los rossoneri ganaron esa copa por 3-2, en penales.
Cuatro años más tarde, Mark González sí que estuvo cerca de lograr la hazaña y ser el primer chileno en ganar la Champions. El zurdo estuvo en el banco de los suplentes cuando Liverpool cayó 1-2 con el Milan de Carlo Ancelotti, uno de los protagonistas de esta tarde. El ex seleccionado nacional participó activamente de esa campaña e, incluso, le anotó un gol al Maccabi Haifa de Israel, que le dio la clasificación a la fase grupal. De hecho, en Inglaterra su gol se recuerda porque si no fuera por él, los Reds no se hubiesen inscrito en esa edición.
Para la anécdota quedan las decisiones de Iván Zamorano y Alexis Sánchez. Bam Bam dejó el Real Madrid en 1996 y un año más tarde, los merengues se adjudicaron su séptima corona. El caso del Niño Maravilla es al revés. Firmó en 2011 por un Barcelona recientemente campeón de Europa, pero nunca más los blaugranas han pasado de semifinales.
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