La compleja articulación del comando de Sánchez con el Frente Amplio

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Son 13 los partidos que proclamaron a Beatriz Sánchez, siendo ese el principal desafío político y operativo de su campaña: cómo sumar en la toma de decisiones a todas las tiendas de un bloque que se jacta de su participación. Aquí, una mirada al comando por dentro.




El apoyo a la incursión presidencial de Beatriz Sánchez fue ganando fuerza rápidamente entre los partidos del Frente Amplio, luego de que la periodista aceptara en marzo el desafío que le plantearon los diputados de Revolución Democrática (RD) Giorgio Jackson y Gabriel Boric, del Movimiento Autonomista (MA). En las primarias ante Alberto Mayol fue ungida por nueve colectividades y hoy suma el respaldo de las 13 colectividades que componen el bloque.

Siendo el Frente Amplio la orgánica política más numerosa del país, ese ha sido y sigue siendo uno de los principales desafíos para Sánchez y su comando: cómo escuchar y hacer espacio a todas las colectividades en la toma de decisiones, tanto políticas como operativas, de la campaña. Considerando, además, que el bloque se vanagloria de sus espacios deliberativos de participación.

De hecho, al inicio de la contienda electoral, no eran secreto los cuestionamientos de algunos partidos más chicos del bloque a la fuerte ascendencia que tenían los partidos de Jackson y Boric. Por entonces, los líderes de casi todos los equipos de campaña eran militantes de Revolución Democrática y del Movimiento Autonomista.

Uno de los principales conflictos internos se dio luego de que el Partido Humanista -argumentando ser la colectividad con mayor presencia a lo largo del país- exigiera un mayor protagonismo en la campaña.

Los alegatos del PH y otras tiendas darían paso a una reformulación del comando, creándose nuevos cargos y nuevos equipos de trabajo en áreas territoriales y programáticas para satisfacer a las colectividades.

En forma paralela, Sánchez institucionalizó un equipo político con representantes de una decena de partidos y movimientos del Frente Amplio, a los que se sumó a los tres diputados del bloque (Jackson, Boric y Vlado Mirosevic, del Partido Liberal) y al alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, del MA.

Del grupo -considerado, en la formalidad, como la instancia deliberativa más importante del comando- quedaron fuera, sin embargo, el Partido Ecologista Verde, la Izquierda Autónoma y movimientos más pequeños, como el Partido Pirata, SOL y Movimiento Democrático Progresista.

Esta es la instancia, explican en el comando, en la que se coordinan los intereses de los partidos y desde donde Sánchez ha intentado ordenar las distintas aspiraciones y énfasis de los integrantes del Frente Amplio.

Otro de los cambios que ha tenido el comando de Sánchez fue la disolución del equipo político-social, en el que participaban dirigentes partidarios con actores de la sociedad civil. Este grupo, no funcionó como se esperaba -admiten en el comando-, por lo que se optó por generar nexos con movimientos sociales sin involucrarlos en la estructura formal de la campaña.

Con todo, son tres dirigentes los que hoy figuran en la primera línea de la toma de decisiones: el jefe de campaña, Sebastián Depolo (RD), que coordina los asuntos políticos; la directora ejecutiva, Giovanna Roa (RD), a cargo de los temas relacionados con la agenda, y el director estratégico, Sebastián Kraljevic (ind.).

Los tres tienen sus oficinas en el mismo piso de la sede del comando en que Sánchez tiene su despacho y son ellos quienes pasaron a formar parte del círculo más cercano de la abanderada y tienen mayor influencia en las decisiones.

La presidenta del Movimiento Autonomista, Constanza Schonhaut, también se ha convertido en una figura clave dentro de los colaboradores de Sánchez. Es ella quien está encargada de coordinar el equipo político y hacer puente entre el comando y las orgánicas internas del Frente Amplio.

Aunque últimamente son ellos los que han tenido mayor autoridad en la campaña, destacan que son aproximadamente 500 personas las que trabajan para la campaña de Beatriz Sánchez en todo el país, concentradas en su mayoría en los equipos programáticos y territoriales.

Algo importante para el comando, y que ha sido remarcado por la candidata y sus cercanos desde el inicio de la campaña, es la paridad de género. En los equipos de trabajo muchas veces existe mayor presencia femenina y los liderazgos dentro del comando son equitativos entre hombres y mujeres.

Tensiones políticas

Más allá de la operatividad de los equipos de campaña y y las disputas por la representación de las distintas fuerzas que conforman el Frente Amplio, el comando también se ha visto tensionado por distintas decisiones políticas de los partidos del bloque.

Uno de los principales conflictos se dio luego de que la mesa nacional del conglomerado vetara la candidatura de Alberto Mayol por el distrito 10. La polémica terminó por afectar a la propia abanderada presidencial, luego de que en un principio apoyara la decisión de bloque, días después debió retractarse de la sanción. El mal manejo de la crisis, admiten en el comando, podría haber incidido en la caída en la adhesión que según distintos sondeos de opinión ha registrado la candidatura a La Moneda de la periodista.

Algo similar ocurrió con las críticas de Izquierda Autónoma al plebiscito programático impulsado por el Frente Amplio para zanjar materias en las que no había consenso, como migración, cambios a la estructura tributaria y al sistema de salud.

El movimiento, liderado por Francisco Figueroa, emitió un comunicado cuestionando el proceso por generar "disensos artificiosos".

Aunque la postura de la Izquierda Autónoma -representada dentro del comando por la militante Javiera Toro, a cargo del área de contenidos- tensionó por días las relaciones, colaboradores de Sánchez aseguran que hoy ya es un tema solucionado.

También se han tensionado las relaciones entre el equipo de Sánchez y los partidos del Frente Amplio cuando se solicitaron recursos para financiar la campaña. Muchos partidos del bloque comunicaron, sencillamente, que no tenían los fondos para hacerlo.

Pese a las dificultades para armonizar las posturas de los distintos partidos que impulsan la candidatura de Sánchez -a lo que se suma, dicen, una débil red territorial debido a la baja cantidad de alcaldes y concejales del conglomerado-, en el comando destacan que, tras una primera etapa de aprendizaje, su postulación ha logrado irse posicionando.

En este sentido, dirigentes han expresado la necesidad de evitar ahondar en el debate sobre qué hacer ante una eventual segunda vuelta presidencial si la carta del bloque queda fuera de la carrera presidencial.

En el comando dicen estar conscientes de que esa discusión volverá a tensionar a la coalición, por lo que la premisa que hoy se busca instalar es dejar para después de la elección del 19 de noviembre cualquier disputa que pueda afectar no solo las posibilidades de Sánchez, sino también el desempeño de las candidaturas que el Frente Amplio ha levantado al Parlamento.

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