La Haya respalda tesis de Chile, pero reduce su zona económica
<p class="bullet">Corte Internacional de Justicia determinó que existía un acuerdo tácito entre ambos países, ratificando la validez del Hito 1 como inicio del límite marítimo. </p><p class="bullet">Sin embargo, los jueces resolvieron que dicha frontera deberá seguir el curso del paralelo sólo hasta la milla 80, para luego continuar en dirección suroeste, a partir de una línea equidistante.</p>
Cerca de las 14 horas, el Presidente Sebastián Piñera tomó el teléfono para llamar a la mandataria electa, Michelle Bachelet.
Piñera estaba reunido desde la mañana en La Moneda, junto a varios de sus ministros, entre ellos el canciller Alfredo Moreno, para presenciar la lectura del fallo de la Corte Internacional de Justicia frente a la demanda marítima de Perú en contra de Chile.
Bachelet, en tanto, estaba en la sede de su ex comando, en calle Tegualda, junto a quienes serán parte de su comité político, además de los futuros titulares de RR.EE. y de Defensa.
La idea de la conversación era coordinar una reacción común.
Tras el contacto, Piñera y Bachelet dieron declaraciones en tono similar: valorar la definición del límite en base a un paralelo que cruza el Hito 1, pero del mismo modo lamentar que la corte haya fijado una línea equidistante a partir de las 80 millas. Esto no afectaba al mar territorial que se mide hasta las 12 millas, pero cortaba "un codo" (de 22 mil km2 aproximadamente) de la Zona Económica Exclusiva de Chile, que se extiende hasta las 200 millas. En esa zona el país goza de derechos sobre recursos en el agua, el suelo y el subsuelo marino, pero -a diferencia del mar territorial- debe reconocer la libre navegación y el uso del espacio aéreo.
"La corte ha confirmado en lo sustancial los argumentos de la posición chilena", dijo el Presidente, quien, sin embargo, agregó que discrepaba de la decisión que rebajaba la zona económica. Aún así, el Jefe Estado reiteró que acatará el fallo, cuya implementación será gradual.
"La corte ha establecido que no hemos perdido soberanía territorial", dijo minutos después Bachelet, quien cerca de las 16 horas se trasladó a La Moneda para reunirse con Piñera.
Pese a la postura de las autoridades, la decisión del tribunal generó manifestaciones en Arica y Santiago. Y mientras en Lima hubo festejos, en Tacna se dieron posiciones encontradas (ver pág. 12). "La Haya ha reconocido nuestros derechos soberanos", dijo el Presidente de Perú, Ollanta Humala.
Habían pasado seis años desde que Perú presentó su demanda. En esa acción, Lima desconocía los tratados de 1952 y 1954 y otros documentos que, a juicio de Chile, definían los límites. Ante el tribunal Perú pedía fijar una línea diagonal hacia el sur, en base a un principio de equidistancia. Al mismo tiempo, solicitaba fijar un nuevo punto para medir el límite marítimo, ubicado 260 metros al sudoeste del Hito 1. Adicionalmente, pedía a la corte ejercer "derechos soberanos" en un triángulo de territorio marítimo ubicado más allá de las 200 millas de las costas chilenas, considerado "alta mar".
El hecho amenazaba con dejar prácticamente cercenado el mar territorial (12 millas) frente a las costas de Arica y afectar seriamente las labores de pesca artesanal e industrial de la zona. Sin embargo, al afectar sólo la zona a partir de las 80 millas (donde ya no se concentran los recursos naturales) el gobierno chileno destacó que el dictamen no impactará al sector pesquero. (ver págs. 14 y 15)
El equipo jurídico de Chile en La Haya -encabezado por el agente Alberto van Klaveren y los coagentes María Teresa Infante y Juan Martabit- se había fijado como prioridad defender el Hito 1 como base para definir el límite siguiendo un paralelo.
En la reunión que sostuvo el viernes pasado Piñera con ex cancilleres, el escenario que se preveía era adverso. El retraso para dar a conocer el fallo, previsto inicialmente para mediados de 2013, adelantaba que los 16 jueces de la corte estaban divididos y, por lo tanto, no sería un veredicto "100% limpio". En ese sentido, había un temor fundado de que Chile perdería, al menos, una porción de su zona marítima.
Frente a ese riesgo, la Cancillería trabajó tres escenarios posibles y preparó tres respuestas: uno favorable para Chile, otro que beneficiaba a Perú y un tercer escenario intermedio.
A juicio de fuentes diplomáticas, el fallo se ajustaba más al tercer caso, en el que había aspectos positivos para la defensa chilena y otros en favor de Perú.
Por eso, no fue extraño que Van Klaveren -minutos después de conocer el veredicto- diera una primera reacción con un análisis técnico avanzado. A diferencia, el agente peruano Alan Wagner se limitó a valorar el trabajo de la corte. Como se esperaba, el fallo de la corte era complejo y estaba divido en cinco puntos.
En el primer tema -por 15 votos contra uno- los jueces ratificaron la validez del Hito 1 como inicio del límite marítimo. En segundo término -también por 15 a favor y uno en contra- respaldaron que el límite se constituyó siguiendo el paralelo, al considerar que el Tratado de 1954 mencionaba un acuerdo tácito para fijar la frontera entre ambos países. Hasta ahí las votaciones eran favorables para Chile.
Pero en el tercer punto -por 10 votos contra seis- se estableció que la frontera marítima sólo debía medirse hasta las 80 millas marinas, según el contexto histórico y comercial en el que se firmó el acuerdo de 1954. En el cuarto tema -también por 10 votos contra seis-, los jueces decidieron que el límite continuara en dirección sudoeste, siguiendo la línea equidistante.
En el quinto punto, en tanto, por 15 votos a uno, la corte determinó no pronunciarse sobre el triángulo "de alta mar" pedido por Perú, porque las decisiones anteriores implícitamente ya incluían esa zona. El acceso peruano a este triángulo (de unos 28 mil km2) llevó a Humala a señalar que Perú había ganado unos 50 mil km2 de mar.
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