La historia de amor entre una candidata del Frente Nacional y un refugiado
Béatrice Huret conoció en 2016 a Mokhart, un exiliado iraní. Fue acusada de ayudarlo a cruzar a Reino Unido, pero quedó libre.
Su vida cambió en 2015. Un día, cuando iba de regreso a casa, llevó en su auto a un migrante sudanés que le pidió que lo dejara en la "Jungla de Calais", el enorme campamento de esa ciudad al norte de Francia, que se convirtió en el símbolo de la crisis migratoria de Europa. Más de 10 mil personas residían allí en carpas, muchos a la espera de la oportunidad para llegar a Reino Unido a través del Eurotúnel. Béatrice Huret -de 45 años y que en 2008 fue candidata por el Frente Nacional de Marine Le Pen en las municipales de Boulogne-sur-Mer-, vio entonces por primera vez cómo eran las condiciones de ese refugio que se encontraba a sólo 20 kilómetros de su hogar. Así, decidió volver en varias ocasiones como voluntaria para llevar comida, ropa y abrigo.
En febrero de 2016 se fijó por primera vez en Mokhart, un exiliado iraní de 36 años, justo en momentos en que el hombre, junto a varios de sus compatriotas, se cosió los labios como protesta por la demolición de parte del campamento. "Fue amor a primera vista", dijo a la prensa en ese momento. "En esos días lo que me atrajo fue la dulzura de su mirada, me perdí en ella", contó. Pero la comunicación era básica, ya que ninguno manejaba el idioma del otro. Pero se comunicaron de otra manera y también con el traductor de Google.
La mujer, madre de un hijo de 19 años, había enviudado en 2010 de un policía que falleció de cáncer y que vigilaba Calais. Según la BBC, como a su esposo no se le permitía unirse a un partido por ser policía, consiguió que su esposa se inscribiera en su lugar en el Frente Nacional, el conglomerado de extrema derecha que ganó adeptos por su discurso anti inmigración y cuya líder disputó en mayo la segunda vuelta con Emmanuel Macron.
Tras profundizar su relación con el refugiado iraní, Huret le ofreció a él y a algunos de sus amigos instalarlos en su casa. Pero Mokhart tenía un objetivo: llegar a Reino Unido. Ya lo había intentado antes.
El plan fue el siguiente. Los iraníes le dieron a Huret mil euros para comprar un bote. Así, el 11 de junio de 2016, la mujer los dejó en una playa y se embarcaron. Sin embargo, dos horas antes de llegar a territorio británico, la embarcación se comenzó a hundir. "El más joven vomitaba por miedo, el otro fumaba cigarrillos y Mokhart sacaba el agua y llamaba a los servicios de emergencia", contó la mujer. Al rato llegó la guardia costera y los hombres fueron interrogados. Mokhart fue enviado a un centro de asilo, donde contactó a Huret, quien rápidamente fue a visitarlo. Desde entonces, ha tomado un ferry cada dos semanas, ya que el iraní solicitó con éxito el asilo en Reino Unido.
Pero el amor hacia el iraní le costó caro a la ex candidata francesa. Por ayudarlo, fue acusada de "pasar extranjeros a Reino Unido" y el martes fue condenada a un año de cárcel, pero quedará en libertad, ya que tras apelar la justicia perdonó sus delitos.
Su historia quedó inmortalizada en el libro Calais Mon Amour, publicado en mayo y por el cual varios cineastas están peleando por sus derechos.
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