La infancia de Bielsa: tres historias que explican su "locura"

Todos quienes han compartido con Marcelo Bielsa, en distintas etapas de la vida del entrenador, expresan que siempre mostró las características de personalidad que después demostró en su trabajo como técnico. Es decir, su apodo de "Loco" se lo ganó paso a paso desde su infancia. Y es con historias de esa etapa de la vida que en Argentina buscaron explicar el origen de su "locura".

El diario La Nación buscó anécdotas del actual técnico del Marsella cuando niño, que lo reflejan claramente.

PATALETA POR DEFENDER A SU DT
Cuando niño, el ex DT de Chile jugaba en un informal equipo de Rosario. El Estrella Azul, en el que nadie superaba los 12 años y que practicaba en cualquier espacio libre del Parque de la Independencia. Pedro Vitantorino era el entrenador de fin de semana, ya que el resto de los días trabaja como obrero. Un día, mientras el equipo jugaba en una de esas canchas improvisadas, llegó la policía acusando que habían roto unos árboles. Una acusación que no era cierta, pero don Pedro asumió la responsabilidad.

Los niños reaccionaron y rodearon a los policías y su entrenador para evitar la detención. Pero Bielsa fue más allá. Según el reportaje "el pequeño Marcelo, rápido de reflejos, entendió que con las quejas poco iban a lograr. Así fue que decidió tirarse de cabeza al piso y agarrarse fuerte de la botamanga de uno de los policía, que no detuvo su marcha, al tiempo que subía la voz con su reclamo. Pataleó y se enfureció, captando la atención de todos. El intento, sin embargo, fue fallido. Pese a no cumplir el objetivo, algo quedó claro esa mañana rosarino: era un niño diferente al resto".

Hugo Vitantorino, hijo de don Pedro, dice que Bielsa ya a esa edad "era obsesivo, jamás jugaba por jugar, tenía una veta competitiva muy alta".

LAS TACTICAS DEL NIÑO BIELSA
Rafael Bielsa, ex canciller de Argentina y hermano mayor del DT, contó en una entrevista que "no le gustaba vestirse en la mañana para ir al colegio, entonces se vestía en la noche. Dormía con chaqueta, corbata y pantalón largo. Entonces le decían «está loco». Pero eran cosas no muy fuera de lo común".

Lidia Silvia Rosa Caldera, la madre de los hermanos Bielsa, podía ser muy estricta y "cada vez que Marcelo no cumplía una orden o una obligación, su madre le aplicaba un doble castigo: no podía jugar al fútbol y debía ir a practicar guitarra a su cuarto. Seguramente, todavía no entendía de relevos ni de verticalidad, pero el Loco ya sabía cómo salir de situaciones complicadas. Le pagaba unas monedas a su hermana para que tocase ella el instrumento. Así, mientras Lidia escuchaba la melodía desde la otra planta de la casa, él se escapa por los techos para irse a patear la pelota a la calle".

OTRA VEZ LA POLICIA
 Rafael Bielsa y Román Iucht en la biografía La vida por el fútbol, cuentan otra historia que destaca el reportaje. "El Loco acababa de romper el vidrio de una casa de un pelotazo, aunque ya parecía haberlo olvidado. Cuando se disponía a patear un córner, una patrulla policial atravesó el campo de juego y frenó sobre uno de los arcos. 'Dejame patear', le recriminó. Eso provocó su detención. Luego de varios trámites burocráticos, su padre logró que lo dejen ir. 'De acá no me voy hasta que no me devuelvan la pelota', desafió el menor. Nadie pudo creerlo hasta que vieron la cara de felicidad de Marcelo al retirarse de la comisaría con su amiga entre brazos".