La lucha de un colegio y su única alumna
Estefany Zubieta tiene 11 años y va en 5° año. Ella y su profesora son las únicas dos personas en la Escuela Básica de Enquelga, que en algunos años podría recibir a los otros tres menores del poblado, hoy en un jardín infantil. El municipio defiende ese espacio de pertenencia.
Tiene 11 años, le gusta leer sobre historia y quiere ser periodista. Estefany Zubieta Vilches es la única alumna del colegio fronterizo de Enquelga, en la comuna de Colchane, Región de Tarapacá, y cursa quinto básico. Su historia es casi una radiografía de la zona. De su gente y de sus sueños.
Pocos minutos antes de las 08.00 horas, con un imponente sol en el cielo que siempre está completamente despejado, pero con una temperatura que no supera los 5 grados Celsius, se escuchan los pasos de la niña por la calle que va hacia la Escuela Básica de Enquelga.
En los costados hay solo casas de adobe, la mayoría con sus fachadas blancas, techumbres de zinc y una que otra aún con paja brava. También resalta el antiguo campanario de la iglesia.
En la sala están su escritorio y el de la profesora. Y sobre las paredes, trabajos, números, afiches y letras. Estefany y la docente Adelia García Choque son las únicas dos ocupantes del establecimiento, a 249 kilómetros de Iquique, casi en la frontera con Bolivia.
Aztecas y aymaras
Pasar la lista, reírse con algún compañero, tirar el clásico avioncito de papel, correr tras escuchar la campana, gritarle alguna broma a la profe desde el anonimato y otras rutinas típicas de la sala de clases, aquí pueden parecer casi un chiste pesado.
Estefany cuenta que su ramo favorito es la historia y que le gusta investigar. "Me gusta leer sobre los incas, los aztecas y nuestros antepasados. A veces en libros y otras en Internet, aunque también aprendo cosas de nuestra cultura con mi abuela, que me enseña mucho aymara. Ya sé varias palabras", dice orgullosa.
La niña vive en el poblado, que no tiene más de 50 habitantes. La mayoría son adultos y apenas cuatro menores. Uno es justamente ella. Los otros tres son más chicos y asisten a un jardín infantil. "Me gustaría que hubiera más jóvenes aquí en Enquelga y tener compañeros con quienes compartir, contar historias y también poder jugar", cuenta la alumna.
A pesar de ser la única, ella cumple con los horarios y todos los requerimientos de un establecimiento normal. Además, cuando no está en clases ayuda a su abuela a pastorear el rebaño de llamas y alpacas por el paisaje altiplánico, y cuida a su hermano menor, Sebastián, mientras su madre trabaja como paramédico en la posta de la localidad.
"Me gusta Enquelga, aquí yo soy muy feliz, hay tranquilidad y estoy cerca de los animales. Si no soy periodista, me gustaría trabajar en la Conaf, para cuidar el medioambiente", relata.
Profesora cercana
Adelia García Choque es la profesora del colegio, donde se imparte educación hasta sexto año básico. Nacida en el poblado altiplánico de Pisiga Centro, recuerda que siempre quiso volver a su comuna de origen, para entregar conocimientos a su gente.
"Cuando me fui a estudiar a la universidad, sabía que debía volver a enseñar a los niños, para ayudarlos y tratar de mantener las tradiciones. En el caso de Estefany, es una muy buena alumna y estando sola le entrego una educación más personalizada. Hacemos visitas a terreno, como por ejemplo en ciencias, vamos a ver animales, bofedales y plantaciones", destaca.
Como una forma de enfrentar la "soledad académica" de la alumna, y de que interactúe con otros menores, la maestra también ha coordinado jornadas con otros alumnos de la región.
"Que esté sola tiene aspectos favorables y desfavorables, pero hemos buscado mecanismos para enfrentar las falencias. Ahora el colegio tiene Internet, puede acceder a televisión por cable y energía eléctrica durante más horas del día, lo que facilita el trabajo educativo. La verdad. espero no quedarme sin alumnos en el futuro, ya que el próximo año será el último de Estefany en el colegio y quizás con los tres niños que hay en el jardín del pueblo, este establecimiento pueda seguir manteniendo abiertas sus salas", subraya esperanzada.
Municipio al rescate
Los pocos alumnos en los colegios del sector no son un tema nuevo para el alcalde de Colchane, Javier García, quien asegura que han implementado una política fuerte para incentivar a que las familias permanezcan en la zona fronteriza.
"Hemos tomado medidas para generar empleo, como fomento agrícola y ganadero, entre otros. No es solo el caso de la Escuela de Enquelga; también en Mauque tenemos tres alumnos", indica.
El edil reconoce que la fuerte migración hacia las urbes más pobladas es un tema preocupante en el altiplano. "Ellos van en búsqueda de mejores oportunidades de trabajo y educación para los jóvenes. Por eso, estamos incorporando nuevas carreras técnicas en el Liceo de Colchane, beneficios y giras de estudio, que permitan intercambios de experiencias, de forma que los alumnos quieran quedarse en la zona".
Agrega que "sumamos jardines infantiles en algunos poblados. Incluso, a mediados del próximo año podremos contar con energía eléctrica durante las 24 horas. Esta es nuestra casa y nuestra gente, y la vamos a cuidar".
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