La lucha judicial de Alejandro Sanz con su mentora chilena
Rosa Lagarrigue, la mánager más poderosa de España, reveló que había demandado a uno de sus mayores descubrimientos artísticos.
El cortocircuito ya acumula más de un año. Una batalla entre una chilena y uno de los astros más exitosos del pop hispano. Entre una mentora y su ahijado artístico.
En mayo de 2016, Alejandro Sanz decidió romper su histórico vínculo laboral con Rosa Lagarrigue, la mujer nacida en Chile en 1955, con residencia en España desde los ocho años y alzada durante décadas como la representante más poderosa de ese país. Entre sus aciertos, descubrió al propio cantante de Corazón partío cuando aún era una voz casi anónima, para firmar su primer contrato con él en 1991, en un acuerdo extendido por un cuarto de siglo ("la relación más exitosa de la música española", calificaron los medios locales), pero del que hoy no queda nada.
Según la prensa española, el cantautor habría detectado algunas anomalías en sus finanzas, ordenando una auditoría que habría confirmado tales sospechas. Como decisión inmediata, optó por romper su relación con Lagarrigue, pese a que el contrato expiraba en 2019. En respuesta, por fracturar el matrimonio artístico antes de lo convenido, la chilena decidió demandarlo en tribunales por una cifra millonaria, ofensiva judicial que reveló a principios de esta semana en entrevista con El País.
"Para mí es complicado hablar porque hay problemas muy serios de por medio. Y tampoco tengo una explicación. La ruptura fue completamente unilateral y con contrato vigente, es decir, que ni fue hablada ni consensuada. Lo que es muy doloroso", precisó la empresaria. Luego detalló: "Le he tenido que demandar, claro. Sé que mucha gente piensa que él me ha demandado a mí, pero no. Le he demandado yo, y eso es lo más triste que he hecho en toda mi vida. Es tremendo, porque sólo tengo recuerdos magníficos con Alejandro. Pero hoy la situación es otra. Y es muy triste, es lamentable, a mí me mata".
En efecto, el imperio que la mánager había levantado en Europa, bajo la agencia RLM, comenzó a sufrir turbulencias. Ya en 2013 otra de sus crías estelares, Miguel Bosé -amigos desde el colegio y a quien representaba desde 1978- decidió distanciarse. No se entregaron detalles, pero la prensa habló de un "tenso desencuentro". Además, definieron el quiebre como uno de los golpes más duros en la trayectoria reciente del artista. A principios de marzo pasado, la cantante Malú, también descubierta por la agente, optó por disolver su lazo profesional. Contactada por La Tercera, Lagarrigue se limita a decir que por ahora no hablará de esta clase de temas.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.