La mujer fuerte que se perfila como carta gremialista
Hace dos meses y tras reconocer un distanciamiento con la UDI, Evelyn Matthei anunciaba su retiro. Pero la renuncia de Longueira la tiene hoy ad portas de ser candidata presidencial.
Si usted me dice, ¿es una mujer calma, tranquila, conciliadora?, no. Pero si (me pregunta) es una mujer con fuerza, con pasión, con inteligencia, que realmente empuja las cosas, sí". Con esas palabras resumía ayer el Presidente Sebastián Piñera -durante una entrevista en CHV- las características que le reconocen a la ministra del Trabajo, Evelyn Matthei, en el mundo político, en sus casi 30 años de trayectoria.
Las palabras del Mandatario reflejan la relación de altibajos que ha mantenido con la secretaria de Estado, la que tuvo un quiebre profundo en 1992, a raíz del "PiñeraGate" -cuando se divulgó una grabación telefónica donde el hoy Jefe de Estado aludía a una estrategia para bajar la candidatura de Matthei-, hasta la llegada de ésta al gabinete en enero de 2011, transformándose en una de las más férreas defensoras del gobierno.
Desde esa posición y haciendo eco de su carácter, el paso de Matthei por Trabajo ha estado cruzado por encendidas declaraciones y polémicas con la oposición, en especial, con sus parlamentarios.
Una de las más recientes fue cuando se enfrentó al diputado y presidente del PS, Osvaldo Andrade, mientras se discutía el estatuto orgánico de mutualidades. "No voy a caer en tonteras, cuando he dicho un garabato, lo asumo", señaló en medio de las recriminaciones concertacionistas. El episodio recordó la discusión con duros epítetos que protagonizó, en enero de este año, con la diputada Marta Isasi, durante un encuentro con funcionarios de la U. del Mar que la diputada difundió sin el consentimiento de la ministra, y el cruce de declaraciones con un grupo de parlamentarios opositores, que dijeron haber sido tildados de "huevones" por la ex senadora.
Su relación con la UDI tampoco ha estado exenta de variantes. Tras el quiebre, en 1992, de la "patrulla juvenil" de RN -que ella integraba, junto a Piñera, Andrés Allamand y Alberto Espina-, renunció a ese partido y selló su ingreso al gremialismo, tienda en la que finalizó su período de diputada por Las Condes, donde fue electa derrotando a Joaquín Lavín.
Desde la UDI consiguió la elección a la Cámara Baja por San Antonio y luego, en 1998, un escaño en la Cámara Alta por la Región de Coquimbo, donde se mantuvo hasta que se integró a Trabajo, en el primer cambio de gabinete de Piñera. Con el Mandatario, para quien trabajó en Bancard y con quien protagonizó tensiones a lo largo del tiempo, selló su reconciliación definitiva, durante la campaña presidencial de 2009.
En los últimos años, la secretaria de Estado tomó distancia de la vida partidaria. El desapego con la tienda se profundizó con algunas desavenencias del partido con el gobierno, en materias como la reforma tributaria, lo que llevó a Matthei a reconocer, en mayo pasado, que en la UDI "no me quieren", y anunciar incluso su retiro de la política para marzo de 2014.
"Está cerrado y sacramentado", dijo hace dos meses sobre su abandono de la política, en una decisión que vería interrumpida repentinamente hace 48 horas, con la renuncia de Pablo Longueira como candidato de la Alianza.
Pese a la lejanía al partido de calle Suecia, en el gremialismo dicen que es el único liderazgo fuerte, capaz de asumir el desafío presidencial.
Hija del ex comandante de la Fuerza Aérea y miembro de la Junta Militar, Fernando Matthei, en los años 50, la ministra asistió al mismo colegio que la ex Presidenta Michelle Bachelet, cuando vivían en la base aérea Cerro Moreno, lo cual cimentó una relación de respeto entre ambas familias, según ambas han reconocido.
Sin embargo, desde el gobierno ha lanzado algunas de las críticas más duras del Ejecutivo a la candidata de la Nueva Mayoría, quien a su vez se las ha respondido.
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