La nueva reina de Escocia
La ministra principal de Escocia se ha convertido en una figura clave en las elecciones generales de Reino Unido del 7 de mayo. Esto, porque su colectividad, el Partido Nacional Escocés, ha ido ganando terreno tras el referendo independentista del año pasado y se espera que en estos comicios obtengan entre 30 y 50 de los 59 escaños que tiene Escocia en el Parlamento de Westminster.
El 22 de noviembre pasado, 12 mil personas repletaron el principal arena de Glasgow en Escocia. La idea no era ver a estrellas pop como Beyoncé o Lady Gaga, sino que a Nicola Sturgeon. Se trataba de una suerte de "presentación en sociedad" de la entonces recién asumida líder del Partido Nacional Escocés (SNP) y ministra principal de esa región británica.
A cuatro meses de este evento y a menos de un mes de que se lleven a cabo los comicios generales en Reino Unido (7 de mayo), Sturgeon ha sido calificada como "reina de los escoceses" en referencia a los vítores que recibió a su regreso a Edimburgo después de su buena actuación en el debate -del jueves 2 de abril- con los otros líderes en carrera por ocupar el número 10 Downing Street (sede del gobierno británico) y por la "fe" que le tiene su partido.
También recibió el título de ser la mujer más peligrosa en Gran Bretaña, en alusión a la influencia que ella puede ejercer como líder del SNP en caso de que se produzca un "hung parliament" (nombre que se le da en inglés cuando ningún partido tiene la mayoría más uno) en los comicios del 7 de mayo. Lo "peligrosa" también se refiere en parte a la supuesta filtración de un memo en el que Sturgeon decía que prefería que el actual primer ministro, David Cameron, siguiera gobernando antes de que el opositor laborista, Ed Miliband, porque éste no tiene el "material para ser premier". Sin embargo, ella negó posteriormente la existencia de ese documento.
Los analistas señalan que de ser cierto el memo filtrado por The Daily Telegraph, contradice el mantra del SNP de que ellos no quieren un gobierno tory en Westminster y, según el canal ITV, confirmaría lo que algunos unionistas siempre han pensado: que la colectividad nacionalista quiere otro gobierno conservador, para criticarlos y aumentar la probabilidad de realizar otro referendo independentista en los próximos cinco años.
El SNP ha extendido su influencia en los últimos años más allá de su base nacionalista, llegando hacia los electores más tradicionales del laborismo, con un mensaje de un mundo más justo, más igualitario, con Escocia haciéndose cargo de sus propios asuntos.
El partido ha dirigido el gobierno regional desde su creación en 2007, y en las elecciones parlamentarias escocesas de 2011 ganó con 45% de los votos. Si bien perdió la campaña del "Sí" a la independencia el 18 de septiembre pasado, logró una proporción similar de votos, muy superior al tercio históricamente favorable a la independencia, y los sondeos estiman que eso se verá reflejado en los comicios. Esto, porque las encuestas indican que los nacionalistas ganarán entre 35-50 de los 59 escaños reservados para Escocia en el Parlamento de Westminster, comparado con los seis de 2010. En elecciones anteriores estos siempre eran ocupados por el laborismo.
Los analistas concuerdan que si el SNP finalmente consigue 40 escaños en el Parlamento, Sturgeon tendrá poder en futuras negociaciones sobre una coalición para formar un gobierno. Así, según The Daily Mail, en caso de que ningún partido consiga la mayoría y si el SNP logra un acuerdo con los laboristas podría -por primera vez desde 1924- llegar al poder una colectividad que salió segunda en una elección general.
Para James Forsyth, columnista de la revista The Spectator, en esta elección el SNP tiene un margen de operación que no se ha visto en muchos años. Esto porque la membresía del partido ha aumento en 200% desde el referendo de septiembre, lo que convierte al partido en tres veces más popular que cualquier formación en Inglaterra.
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