La OEA analiza caso paraguayo y surgen voces en contra de una "intromisión"
Mientras los embajadores debatían hoy qué hacer, la lista de países que tomaron medidas contra el nuevo Gobierno paraguayo se engrosó con Cuba.
La OEA analizó esta jornada la crisis paraguaya, mientras Cuba anunció la retirada de su embajador en Asunción y empezaron a surgir algunas voces en contra de la "intromisión" en asuntos internos de Paraguay.
"Esta es una situación bastante nueva, que no afecta el respeto de la ley, sino en la que las normas han sido aplicadas en una manera en que algunos Estados miembros consideran que produce perjuicio a la democracia", indicó el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza.
Insulza habló así al inaugurar la segunda sesión extraordinaria dedicada a Paraguay que el Consejo Permanente de la OEA celebra en menos de una semana.
El representante permanente de Paraguay ante la OEA, Bernardino Hugo Saguier, defendió a Federico Franco, que asumió el viernes pasado la jefatura del Estado, después de que Fernando Lugo fuera destituido por el Parlamento, como el "legítimo Presidente" de su país y pidió a los Estados miembros del organismo evitar la "injerencia" en los asuntos internos de esa nación.
Insulza dijo hoy por su parte que la situación en Paraguay es de "crisis institucional", aunque reconoció que hay tranquilidad en el país, y opinó que "no puede resolverse sólo por la vía de la acción externa".
El secretario general del organismo continental había dicho previamente a una emisora chilena que la OEA no tiene atribuciones para intervenir en Paraguay de forma unilateral, pues "solamente actúa cuando le piden que actúe", aunque sí puede hacer gestiones "para acercar las partes" en conflicto.
"Podríamos haber actuado en el caso de Paraguay si el presidente Lugo hubiera recurrido mientras estaba en el palacio (presidencial) a la Carta Democrática Interamericana" de la OEA, explicó Insulza.
Mientras los embajadores ante la OEA debatían hoy qué hacer, la lista de países que han tomado medidas contra el nuevo Gobierno paraguayo se engrosó con Cuba.
"Se ha procedido al retiro de nuestro embajador en Asunción (Bernardo Guanche), quien arribará a La Habana en las próximas horas", señaló la Cancillería cubana en una nota informativa.
Además de Cuba han retirado embajadores los Gobiernos de Argentina, Venezuela y Ecuador, y otros como Chile, México, Colombia, República Dominicana, Uruguay, Perú y Brasil han anunciado que llamaran a consulta a los suyos.
El presidente venezolano, Hugo Chávez, anunció el domingo el cese inmediato del envío de combustibles a Paraguay, a lo que hoy le respondió el opositor Henrique Capriles, que será su principal rival en las elecciones presidenciales del 7 de octubre en Venezuela.
En una conferencia de prensa en Caracas, Capriles consideró que cuando se bloquea a un país, se bloquea a su pueblo y comparó la decisión de Chávez, que calificó de "bravuconada", con el embargo a Cuba por EE.UU.
En cualquier caso, el candidato opositor sentenció que no le corresponde a los venezolanos "decidir los asuntos de otro de país".
La presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, afirmó hoy que la destitución de Fernando Lugo constituye un "golpe gravísimo al Estado de Derecho" y reiteró que su Gobierno observa "visos de golpe de Estado" en Paraguay.
En Nicaragua, otro de los países cuyo Gobierno no reconoce a Franco, la Asamblea Nacional aprobó una declaración de condena de lo que calificó como el "irregular juicio sumario" a Lugo.
Los diputados liberales opositores que votaron en contra criticaron al Gobierno de Daniel Ortega por "inmiscuirse" en asuntos de otros países.
Otra voz crítica con los que condenan lo actuado por el Legislativo paraguayo fue la del hoy senador Fernando Collor de Melo, quien hace veinte años fue destituido como jefe de Estado de Brasil por el Congreso en un juicio político.
"La norma fue cumplida. No hubo golpe de Estado ni ruptura de la legalidad", aseguró Collor, quien como presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado brasileño dijo que Brasil tiene que respetar las normas jurídicas del país vecino.
El Presidente de Paraguay, Federico Franco, dijo hoy que su prioridad es evitar que haya "una guerra civil" por la situación derivada de la destitución de su antecesor, Fernando Lugo, y que por ello deja en segundo plano la relación del país con la comunidad internacional.
Lugo, que el pasado jueves perdió el apoyo del Partido Liberal, su principal sustento político, fue destituido por mal desempeño de sus funciones y sustituido como establece la Constitución paraguaya por su hasta entonces vicepresidente, Federico Franco, quien ha dicho que traspasará el poder en agosto de 2013 al ganador de las elecciones de abril de ese año.
La crisis paraguaya se tratará esta semana en una reunión semestral del Mercosur en Mendoza (Argentina), que concluirá el viernes con una cumbre extraordinaria de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) convocada con el mismo fin.
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