La pugna por ser Cacique

Hoy, a las 11.00 en la Casa Alba del estadio Monumental, se realizará la junta de accionistas de Blanco y Negro. Aníbal Mosa, el actual presidente, buscará la reelección, mientras que su principal obstáculo será Jaime Pizarro, ídolo del club y director de la sociedad anónima.

No será una tarea fácil para el empresario de origen sirio. La renuncia del técnico José Luis Sierra, a mediados del año pasado, dejó muy herida la relación con Leonidas Vial, el otro hombre fuerte de la concesionaria. De hecho, su intención era sacarlo de la presidencia en esos mismos momentos.

Finalmente, ambos se reunieron a solas el 14 de julio de 2016 y acordaron una tregua.

Mientras eso pasaba, Hernán Levy designaba a Pizarro como su representante en el directorio de ByN, en reemplazo de Pedro Grau. Desde ese mismo instante, el ex volante se erigió como el gran candidato a suplir al puertomontino.

Mosa esgrime como sus credenciales para continuar un título de Primera División y una Copa Chile, además de un proyecto en desarrollo bajo la dirección técnica de Pablo Guede.

Por el otro lado, el Káiser goza de un pasado glorioso en Colo Colo. Sin embargo, en términos de gestión, su etapa como gerente técnico fue todo lo contrario.

En marzo de 2011, Pizarro asumió como gerente técnico del Cacique. El ex volante era el hombre de confianza de Levy, quien ocupaba la testera de la sociedad anónima desde 2010. Hoy es director gracias a las acciones del mismo empresario.

No obstante, apenas duró 15 meses en el cargo, debido a la profunda crisis futbolística en la que estaba sumido el elenco de Macul.

Bajo su gestión, Colo Colo contrató a 10 jugadores: Christian Vilches, Roberto Gutiérrez, Boris Rieloff, Mauro Olivi, Carlos Muñoz, José Pedro Fuenzalida, Mathías Vidangossy, Leandro Delgado, Gerson Martínez y Rodrigo Báez. En total, ByN gastó US$ 5.765.000 por todos ellos, sólo por concepto de pases. Salvo los casos de Chapita y el porteño, la mayoría tuvo un paso muy irregular en el club, mientras que otros, derechamente, fueron un fiasco.

Así pasó con el paraguayo Báez, por ejemplo. Es más, Olimpia de Paraguay demandó al Cacique en la FIFA por no pagarle los derechos de formación del volante, que en tres años jugó apenas 90 minutos. Todo un caso.

Además, todos ellos tuvieron contratos muy largos, de cuatro y cinco años, situación que se constituyó en el gran problema que tuvo Arturo Salah cuando ejerció como presidente ejecutivo de ByN.

Fue la inversión más cara de la historia de los albos, pero con la retribución más negativa: cero títulos.

Para ser presidente de ByN se necesitan cinco votos de nueve posibles. Mosa tiene tres sufragios asegurados. Otros dos son de la Corporación, uno de Levy y el resto de Vial.

Por lo mismo, en caso de que Vial decida apoyar a Pizarro, el actual timonel apela al criterio del club. "Espero que la Corporación Social esté a la altura de sus principios y no le dé la presidencia a la derecha económica de este país. Colo Colo es un club del pueblo y para el pueblo, donde el rol deportivo y social es clave para miles de familias humildes de nuestro país", sostuvo Mosa a La Tercera.

"Si he cometido errores han sido por inexperiencia, pero no por mala fe o porque yo esté arreglado con alguien. Mis manos y mi corazón colocolino siempre estarán limpios y tranquilos. No es posible que la Corporación le dé los votos a la derecha chilena para manejar el equipo del pueblo. Me muero. El PC dándole los votos a la UDI. ¿Qué dirían Gladys Marín o Pablo Neruda sobre que le den el club más popular a la derecha económica de Chile? Se levantarían de sus tumbas", agrega.

Al respecto, Fernando Monsalve, presidente del Club Social y Deportivo, sostiene: "Lo único que diré es que está mucho más movido que en otros años. Lo interesante es que, a menos de 24 horas, nada está decidido. Como club, no hemos tomado una postura".