La serie que renovó al melodrama en la TV se reformula en su tercera temporada

Revenge, que transmite Sony, deja atrás elementos de su etapa anterior.




Cuando Revenge debutó en 2011, logró introducir en el horario prime de la televisión de Estados Unidos una historia cargada al melodrama, que para entonces estaba reservado a las telenovelas que se emiten durante el día, con excelentes resultados de audiencia. Pero durante el segundo ciclo, el programa perdió su rumbo inicial y con ello, parte de sus espectadores.

Es por eso que la tercera temporada se planeó con la idea de volver a los orígenes, rescatando la historia de venganza inspirada libremente en la novela El conde de Montecristo de Alexandre Dumas. En ella, Amanda Clarke (Emily VanCamp) asume una nueva identidad, Emily Thorne, y regresa a Los Hamptons para destruir a los responsables de que su padre haya ido a prisión, donde fue asesinado.

"Me parece muy interesante que el programa pueda recomenzar de alguna manera, hacer borrón y cuenta nueva. En las dos primeras temporadas el tono era muy oscuro, por lo que era necesario lograr que fuera más luminosa y explorar otro tipo de emociones", explica al teléfono desde Los Angeles Joshua Bowman sobre los cambios del ciclo actual, que debutó la semana pasada y se transmite a la medianoche de los lunes por Sony (canal 32 VTR y 503 Movistar).

En la serie, Bowman interpreta a Daniel Grayson, el hijo mayor del clan que Thorne busca destruir. Y uno de los pasos de ese plan incluye conquistar al heredero de la familia y casarse con él, lo que veremos en el nuevo ciclo. La reestructuración que tuvo el programa también afectó al equipo creativo, con Sunil Nayar asumiendo como el jefe del programa, en reemplazo de su creador, Mike Kelley. Además, se eliminaron varios aspectos que se habían desarrollado en la segunda temporada, como el embarazo de la menor de los Grayson y el encarcelamiento del aliado de Thorne, Nolan Ross (Gabriel Mann).

Un nuevo villano

Otro de los cambios del ciclo es la ruta que toma el personaje de Bowman, que pasó de ser la oveja descarriada de la familia a convertirse en un hombre de negocios, que tomará la oscura ruta de su padre, Conrad (Henry Czerny). "Creo que finalmente logramos dar con el personaje. Daniel se da cuenta de que debe hacer cosas muy terribles para lograr una ventaja en la vida y de alguna forma se está transformando en una versión más joven de su padre. Porque el fruto no cae lejos del árbol", comenta Bowman sobre el desarrollo de su rol, que incluso tendrá un nuevo interés amoroso esta temporada.

El actor hizo noticia el año pasado cuando comentó en una entrevista que les había propuesto a los guionistas que eliminaran a Daniel. Y aunque no se retracta del todo, sí explica que se trataba de una mirada en torno al programa en general: "Sería un camino interesante matar a uno de los personajes principales de la serie. Y tal vez sea el mío el que asesinen más adelante en la historia. Pero la evolución que ha tenido es muy interesante y estoy disfrutando mucho interpretarlo".

Revenge ha logrado recuperar su audiencia y de paso ubicarse como el melodrama del prime time que no teme recurrir a elementos de las telenovelas en sus diálogos. Un modelo que de hecho intentaron replicar otras producciones como 666 Park Avenue y Betrayal, pero sin poder repetir el éxito de rating.

Para Bowman, esto se explica por la temática que cruza a Revenge: "La venganza como idea central es la clave del programa, porque puedes tener un melodrama, pero necesitas algo más. Y se trata de una venganza por la familia, donde el lazo sanguíneo es algo muy visceral. La venganza es un sentimiento con el cual las personas se pueden identificar".

La tercera temporada también introduce nuevos personajes, como el medio hermano de Daniel, que causará que se distancie de su madre, interpretada por Madeleine Stowe, además de una periodista francesa que será clave para descubrir las intenciones de la familia Grayson.

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