La singular historia de Tabilo
El tenista de Toronto, hijo de chilenos, brilla en suelo nacional. Su papá lo desafió: "Si le ganas a Jarry, hacemos los trámites y juegas por Chile".
Alejandro Tabilo está disfrutando como un niño su primera vez en Chile. Con 19 años y oriundo de Toronto, Canadá, el zurdo está logrando los mejores resultados de su corta carrera en la tierra de sus padres.
Ubicado en el puesto 757 del ranking, la semana pasada sorprendió llegando hasta las semifinales del Futuro Chile 5, en Talca y ayer dio el gran golpe del Futuro 6, que se disputa en las canchas del tradicional Club Santiago, en el Parque O'Higgins. Actuaciones que le permitirán meterse dentro de los 700 mejores.
En dos horas y cuatro minutos, superó al argentino Tomás Lipovsek (293º), primer cabeza de serie del certamen, por 6-3, 4-6 y 6-4.
"Estoy muy feliz, porque es el triunfo más importante de mi carrera", cuenta el jugador de 1,93 metros, quien en estas dos semanas ha jugado en arcilla como si fuera su superficie favorita.
Hace menos de dos meses tomó la decisión de representar a Chile en el circuito. Su padre, Ricardo, explica desde Canadá las razones de esta determinación: "Con Alejandro teníamos un trato, que consistía en que cuando se metiera en el top 400 iba a jugar por Chile, porque si estaba muy abajo lo iban a chaquetear. Sin embargo, esta idea no le gustó mucho. Y justo en septiembre le tocó enfrentar a Nicolás Jarry. Entonces, le dije: 'Si le ganas, hacemos los trámites y juegas por Chile'. Entró como una máquina y le ganó".
Tabilo estuvo becado cuatro años en la academia de Nick Bollettieri, donde realizó su formación tenística y sus estudios secundarios.
La conexión con el país siempre ha estado. Su padre comenta que en un amigo secreto había que pedir un deseo y el de su hijo fue jugar tenis por Chile. "Yo tenía un grupo folklórico y ensayábamos en mi casa, por lo que el Jano siempre se relacionó con lo chileno. Además, fuimos los primeros en tener televisión de allá, por lo que todos iban a la casa a ver los partidos de Chile", recuerda Tabilo padre, quien está radicado en Norteamérica desde 1988. Curiosamente, allá conoció a su esposa, también chilena.
De su experiencia en Chile, Alejandro, el tenista, cuenta que ha podido hacer cosas que nunca hizo. "Santiago me ha parecido muy bonito, conocí La Moneda, el Cerro Santa Lucía y anduve en metro", confiesa entusiasmado. Además, ha podido compartir con sus familiares chilenos, que lo han estado alentando en cada encuentro. "Realmente me inspira mucho jugar en Chile", dice. En lo tenístico, su sueño máximo es uno solo: "Quiero jugar la Copa Davis por Chile y estas actuaciones me ayudan para que me empiecen a conocer y considerar en el futuro".
Su porvenir lo entusiasma y trata de ponerse metas. "Me gustaría entrar lo antes posible al grupo de los 500 mejores y empezar a jugar challengers para subir mi nivel". Y puede que eso llegue rápido gracias al nivel mostrado en su nueva casa.
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