La "U" arriesga jugar sin público si barristas cumplen amenazas
Facción de la hinchada condicionó no encender bengalas ante Defensor a que Azul Azul acepte gestionar el regreso de bombos a los estadios.
En Azul Azul sabían que los US$ 10 mil de multa, oficializados ayer por la Conmebol, debido al encendido de bengalas de parte de la barra laica en el partido de ida ante Guaraní, es el primero de varios castigos que puede sufrir Universidad de Chile. Lo anterior, pensando en que se repitan hechos similares en los próximos partidos de la "U", por la Copa Libertadores, tal como publicó la Confederación.
Hasta dos años de castigo
"El club ha sido sancionado por la Confederación a causa de las reiteradas advertencias y amonestaciones , sumadas a las bombas de ruido y bengalas encendidas el 30 de enero, en el duelo de ida ante Guaraní. El organismo dejó a la 'U' en extra condicionalidad por los próximos dos años, advirtiendo que si durante este tiempo se enciende una bengala, se detona sólo una bomba de ruido o se lanza sólo un fuego artificial, el club tendrá que actuar sin público, en una parte importante del estadio (sector sur), por el tiempo que dure esta medida (dos años), en cualquier competencia de la Conmebol...", dice parte del escrito entregado por la "U".
Precisamente, los azules reciben mañana a Defensor Sporting en el Estadio Nacional, en el primer partido de local que tendrán por el Grupo 5, donde se anticipa podría vivirse un episodio que puede implicar la materialización de las sanciones mencionadas. Que se restrinja el acceso del público, en principio.
"Seguiremos presionando para que vuelvan los bombos. Se van a seguir lanzando bengalas si Azul Azul ni siquiera responde al pedido que se le hizo", decía, la mañana de ayer, Carlos Soto, uno de los integrantes de la barra azul, anticipando un escenario delicado. Por la noche, la misma hinchada acordó llamar a sus adherentes a que ante los uruguayos no llevasen bengalas ni las prendiesen, medida que quedó condicionada a recibir una respuesta de Azul Azul a fin de lograr el retorno de los bombos a los estadios.
A la par, otra facción, en un comunicado a nombre de Los de Abajo, amenazó a Azul Azul. "No daremos el brazo a torcer... ¿No quieren bengalas? Hagan gestiones y coordinen el ingreso de los bombos. ¿No quieren artificios? Hagan gestionen y coordinen el ingreso de la bandera gigante...", dice parte de la carta.
De concretarse ante Defensor el lanzamiento de bengalas o bombas de ruido, la "U" podría recibir el 18 de marzo a Real Garcilaso, en Santa Laura, con un aforo acotado, como lo adelantó la Conmebol. Sin embargo, de reiterarse otro incidente similar ante Garcilaso, la "U" podría, incluso, jugar sin público su último partido como local en la fase de grupos (3 de abril con Cruzeiro), pensando en que los hechos que puedan suscitarse sean considerados graves por la Conmebol y más allá de que dicho ente ya estuviese aplicando la suspensión parcial del aforo para la "U".
Al escenario hipotético, se sumarían las multas correspondientes que contempla la Confederación, así como la significativa merma económica que implicará para Azul Azul no recibir recaudación en un duelo a puertas cerradas.
Intensifican la seguridad
La advertencia hecha por la Conmebol dejó en capilla a la "U". Por lo mismo, su regencia coordinó y extremó las medidas de seguridad para mañana. Azul Azul dispuso en el Nacional la presencia de más de 300 guardias privados y una coordinación con Carabineros para intensificar los controles en los accesos, especialmente en los sectores de galería donde se prevé el posible uso de bengalas o fuegos de artificio.
Lo dispuesto busca no tener que enfrentar el cierre de las galerías, ante Real Garcilaso, de parte de la Conmebol.
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