La U y un reflejo del mal momento: camarín silente y cabizbajo

Ni los millones en refuerzos, ni el arribo de tres históricos del club al cuerpo técnico. Nada logra sacar a la U de su crisis futbolística. Y el camarín así lo refleja.

Porque las sesiones de trabajo en el CDA se desmoronan al poco andar de los partidos y cualquier error echa por la borda lo planificado. Y así nadie puede.

Ayer, tras caer inapelablemente con la UC, los jugadores azules estaban destrozados. Sienten que lo bien que entrenan se va al tacho de la basura partido a partido.

Y quizás por eso anoche ninguno de los futbolistas tuvo ánimo o fuerzas para detenerse a explicar lo ocurrido minutos antes en San Carlos de Apoquindo. De hecho, esperaron a estar todos los duchados y cambiados para salir en fila hacia el bus que los llevaría de regreso. Todos en silencio. Todos cabizbajos.

Es más, para hoy estaba presupuestado que Gonzalo Jara hablara en conferencia, pero su expulsión de ayer, sumado al resultado, canceló tal ejercicio.

La U no lo pasa bien. Y sus jugadores ya no tienen fuerzas ni para analizar lo que ocurre.