La UC supera la dura prueba que le plantea Ñublense en San Carlos

Los cruzados sufrieron para imponerse a los sureños jugando como locales. Ganaron con dos autogoles.




Sepa usted que Mario Salas es de esos técnicos que gritan, que motivan, que exige a sus jugadores intensidad durante 90 minutos. Sepa usted que Universidad Católica, su equipo, intenta seguirle la corriente y corre, presiona y busca durante 90 minutos. Suena bien. En el papel es ideal. Pero cuidado, sin equilibrio, la consigna difícilmente obtiene el resultado deseado. Y los cruzados sufrieron hoy por su falta de balance, aunque al final terminaron levantando los brazos ante Ñublense.

Mucho menos ambicioso, pero más efectivo, el plan chillanejo fue simple. Ordenarse bien atrás, esperar y aprovechar el amplio espacio que deja un rival jugado en ataque. Una estrategia de primer año del curso de entrenador, que le dio frutos antes de irse al descanso con la ventaja. Un contragolpe perfecto conducido por Alejandro Vásquez y Juan Gonzalo Lorca terminó con el gol de Gabriel Rodríguez a los 31'.

Si usted cree que la UC se instaló en el campo de la visita y buscó constantemente su gol, no se equivoca. Sí lo haría, en todo caso, si piensa que lo hizo con inteligencia. Hoy Católica no pecó de ímpetu, pero si de falta de claridad. A Darío Bottinelli, quien tuvo la oportunidad de iniciar como titular, le costó tomar las riendas de su oncena. El argentino falló muchos pases y tuvo una ocasión clara para empatar el juego en la primera mitad.

En el complemento, Salas, fiel a su idea de no claudicar y siempre al frente, se la jugó con cambios osados. Aprovechó la lesión de Marko  Biskupovic para mandar a la cancha a Jeisson Vargas. Y el joven de 17 años le dio aire al conjunto de la franja.

También subió su nivel Bottinelli, lo que mejoró el nivel de todo el cuadro ofensivo. Sin embargo, el gran gestor de la levantada cruzada fue Luis Pavez, volante de Ñublense. La mala fortuna hizo que enviara a propia portería un centro de Tomás Costa y, con el empate, el cuadro local definitivamente creció. Además, la suerte estuvo de su  lado, ya que un nuevo autogol, esta vez de Gonzalo Godoy, le dio permitió tomar la delantera en el marcador y no soltarla más.

Fue una prueba dura para Católica y al final la sorteó bien. El equipo de Salas llega a 10 puntos y sigue a la caza de los líderes, a la espera de que encuentre el equilibrio para ponerse realmente el rótulo de candidato, más allá de que en el papel siempre lo ha sido.

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