Las divisiones dentro del chavismo entre radicales y moderados

El pasado 31 de marzo, la fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega, sorprendió al denunciar una "ruptura del orden constitucional" en su país, luego que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) asumiera las funciones del Parlamento, de mayoría opositora, y retirara la inmunidad a los diputados.

La medida del máximo tribunal venezolano finalmente fue revertida, pero las críticas de Ortega, considerada hasta el momento una chavista férrea, fueron replicadas por la prensa local e internacional. De casi nada sirvieron días después la divulgación de fotografías y videos de un aparentemente amistoso encuentro en el Palacio de Miraflores entre la fiscal y el Presidente venezolano Nicolás Maduro.

Los dichos de Ortega evidenciaron la creciente división de los chavistas en la administración de Maduro. Por eso, aún hay quienes siguen fielmente al sucesor de Hugo Chávez, y otros que han optado por una actitud más crítica.

¿Cómo se compone hoy el chavismo en medio de la dura crisis económica, política y social que atraviesa Venezuela?

En la línea más radical una de las figuras que más se destaca es la del diputado y ex titular de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, considerado la mano derecha de Maduro y también la cara más visible del sector militar del Partido Socialista Unificado de Venezuela (PSUV).

"Las divisiones internas del chavismo se han acentuado con Maduro por su gestión en política económica. También porque ha reforzado la presencia de actores de las Fuerzas Armadas en el gabinete, que hoy está compuesto en un tercio por militares. La presencia de las Fuerzas Armadas se ha reforzado y eso ha reavivado el debate", aseguró a La Tercera el analista político venezolano John Magdaleno.

Otro personero clave dentro de los chavistas más duros es el Vicepresidente Tareck El Aissami, nombrado recién en enero pasado para blindar al chavismo. Este abogado de 43 años y que se describe a sí mismo como "radicalmente chavista", se ha mantenido fiel entre los círculos de poder del Ejecutivo venezolano, primero con Chávez y luego a Maduro.

Otro de los hombres de confianza de Maduro es Elías Jaua, el ministro de Educación venezolano, que también fue Vicepresidente de Chávez.

"Desde hace tiempo que se escucha y se pueden notar divisiones dentro del chavismo como es lógico, ya que era Hugo Chávez el que lograba aglutinar varios grupos muy diferentes dentro de un mismo movimiento". En algún momento la división más evidente era la de Maduro y Cabello, pero con el paso del tiempo y con la nueva recomposición de orden del poder han aparecido otros personajes, como El Aissami, que ha ido ganando espacios de poder. También el ministro de Defensa, Padrino López", explicó a La Tercera el analista venezolano Miguel Velarde.

La fiscal Ortega destaca en estos momentos como una de las chavistas que se han posicionado en un sector un poco más crítico respecto del gobierno de Maduro. A pesar de la sorpresa que causaron sus declaraciones para algunos analistas, esto se veía venir. "Las críticas de la fiscal son un reciente indicio de que ella va en una dirección más moderada. Pero ella lleva meses dando señales de desacuerdo", explico Magdaleno.

Otro representante del ala más moderada del chavismo es Miguel Pérez Abad, quien en 2016 se desempeñó como ministro de Industrias y Comercio y vicepresidente del Area Económica. Pérez Abad apostaba por flexibilizar los controles de la economía y su llegada al gabinete, en reemplazo del sociólogo Luis Salas, fue vista como una señal de cambio. Pero según los analistas, el modelo económico que quería plantear se alejaba de lo deseado por Maduro. Ahora es presidente del Banco Bicentenario.

Otro chavista crítico de Maduro es Miguel Rodríguez Torres, quien durante los años de mandato de Chávez (1999-2013) se desempeñó en distintos altos cargos militares. Así, fue ministro de Interior y Justicia de Nicolás Maduro, aunque fue removido de su cargo en octubre de 2014.