Las estrellas van de víctimas

Vidal y Alexis están molestos. Y como es costumbre entre los de esta generación, apuntan sus dardos hacia la prensa y los hinchas. No toleran las críticas e intentan desviar la atención del mal rendimiento en la doble fecha eliminatoria. Poco les importa que la Roja se aleje de Rusia 2018. Su imagen está primero que todo.

La primera reacción a la debacle fue asumir el rol de víctima. Las estrellas no toleran que se las enjuicie. Y no tienen problemas para dejarlo en claro.

El primero fue el Rey Arturo, luego de la derrota ante Paraguay: "Ahora deben estar felices los mala leche que hay en este país. Pero no se preocupen, cada vez falta menos para irme", lanzó en su cuenta de instagram. Tras la derrota ante Bolivia, a lo Messi, amenazó con retirarse de la Selección y anticipó que sólo le restan dos encuentros clasificatorios y el Mundial de Rusia defendiendo a la Roja.

El tocopillano no quiso quedarse atrás: "Te cansas que te critiquen con razón y sin razón, te cansas de que te quieran ver derrotado, te cansas de decirte a ti mismo 'una vez más me levantaré'", dijo en las redes sociales. "Tengo el dorsal 7 y es una responsabilidad enorme, por eso me da pena que periodistas y gente mala critique sin saber", agregó.

La actitud de las figuras de la Selección no dejó a nadie indiferente. Elías Figueroa, histórico, entrega su opinión: "Cuando uno es futbolista, las críticas molestan internamente porque hay cosas que no se saben. Pero nunca pensé que Vidal no iba a jugar más por Chile, que mandaría todo a la cresta por algunos comentarios. Puede que estén muy acostumbrados al éxito, pero no debiesen preocuparse tanto. Hay que saber tomar las críticas y asumir que todos las han recibido algún momento. Hasta Pelé fue apuntado por malas presentaciones".

En tanto, desde el lado de la sicología deportiva, Juan Fernández atribuye la actitud al mal asesoramiento: "Alguien en algún momento les dijo que eran los mejores del mundo, pero no se les enseñó a funcionar de esa manera. A Vidal se le ve en fiestas como si fuera un NN, y no asume que es un personaje público internacional. Le falta asesorarse de mejor manera. Cree que con un guardia le basta".

"La figura de divo la tienen súper tergiversada. Aprendieron a ser divos de una manera, pero deben comportarse de otra. Quieren lograr el apoyo de la gente victimizándose, pero ya no es tan fácil. La gente tiene más conocimiento de lo que realmente pasa. No es tan fácil de convencer", finaliza el psicólogo del COCh.