Las gestiones de La Moneda para acercar a Allamand y Golborne

Una conversación por separado con los candidatos oficialistas a la Presidencia, Laurence Golborne y Andrés Allamand, sostuvo hace un par de semanas el Mandatario Sebastián Piñera.

Ambos diálogos tuvieron como factor común la preocupación presidencial por la polémica que protagonizaban los ex ministros, con motivo de la vigilia de conmemoración del 27/F en Constitución y que culminó con los candidatos suspendiendo su participación y cruzando duros epítetos.

A esas alturas, La Moneda había ya resuelto transformar el tercer aniversario del gobierno -el lunes pasado- en un hito de la campaña electoral, donde Piñera apelara a la continuidad de la Alianza en el poder. En ese marco, la tensión entre Allamand y Golborne sumaba un factor de inquietud al diseño.

La disputa escapaba al control que La Moneda había intentado mantener en la campaña, ordenando la prescindencia de los ministros para pronunciarse o participar en actos a favor de algunos de los abanderados.

Aunque en el entorno de Golborne aseguran que el llamado telefónico del Presidente fue en respuesta a unos correos que el abanderado le había enviado a Piñera para tratar otros temas, los diálogos del Mandatario con los ex secretarios de Estado estuvieron cruzados principalmente por la inquietud del Presidente por el tono de la contienda.

Un mensaje similar les transmitiría la noche del domingo pasado, durante una cena en su casa en la que participaron también los timoneles de la UDI y RN y dirigentes oficialistas. Ahí, los ex ministros se comprometieron a cuidar las formas con miras a las primarias de junio.

En los últimos días, las gestiones han sido reforzadas por el ministro Andrés Chadwick.

SEÑAL DE UNIDAD
Ni el Mandatario ni La Moneda informaron a Allamand y Golborne que el lunes deberían entrar al acto de aniversario por una alfombra roja y juntos.

Tanto en el Ejecutivo como en el entorno de los abanderados aseguran que éstos fueron informados de la puesta en escena minutos antes, a través del subdirector de Programación, Jorge Alessandri, mientras se encontraban en un cóctel con Piñera y el gabinete en el Salón Pedro de Valdivia.

Fue entonces que Golborne ofreció a Allamand darse un apretón de manos frente a los dos mil presentes, lo que concretarían minutos después.

En La Moneda aseguran que la fórmula que se adoptó buscaba evitar que, al ingresar por separado o uno delante del otro, el acto se transformara en una competencia de respaldo público entre los abanderados.

Antes, para ofrecer igualdad de condiciones, los respectivos comandos fueron autorizados para cursar sus propias invitaciones al evento.

El único impasse en la actividad lo protagonizó el propio Mandatario. Según señalan en La Moneda, Piñera tenía contemplado hacer un guiño a los eslóganes de campaña de ambos candidatos durante su discurso. Pero los entusiastas aplausos que se desataron cuando el Presidente afirmó que los pesimistas creían que "nada era posible, similar al "Es Posible" de Golborne, impidió que se escuchara la siguiente frase: "Con la firmeza de los compromisos, de las convicciones (…) vamos a poder demostrarles a los chilenos que somos capaces", que aludía a "Allamand Presidente, Firme Contigo".