Las historias que devela la muerte de uno de los fundadores de las teleseries




La historia fundacional de las teleseries locales tiene un nombre en común: Ricardo Miranda. Producciones como La madrastra, La Colorina, y Angel Malo, entre otras, tuvieron su firma tras las cámaras. Como productor primero, en Protab, y luego como director del área dramática de Canal 13 y Mega.

Así, el ejecutivo de 80 años, que falleció el miércoles de una falla sistémica y cuyos funerales se realizaban ayer en el Parque del Recuerdo, fue protagonista de gran parte del camino de las telenovelas locales para convertirse en industria.

Según cuentan, fue Miranda el que convenció a Arturo Molla Grau de reintegrarse a la pantalla local con La Madrastra (1981), en lo que sería el primer proyecto de la flamante área dramática de Canal 13, que él creó. "Moya Grau no quería, porque ya había vendido parte de su catálogo a Televisa, estaba tranquilo, y no lo convencía volver. Pero Ricardo insistió e insistió hasta que lo consiguió", aseguran.

Y la producción dramática protagonizada por Jael Unger se convirtió en un hito de la pantalla local que, además, inauguró la era dorada de UC-TV en el género. Antes había trabajado en la productora Protab, donde, según recuerda su socio y actual secretario general de Mega, Alfredo Escobar, él también fue el responsable e impulsor de proyectos como El padre Gallo y JJ Juez. "Protab no hubiera existido sin él", dice.

Mientras Oscar Rodríguez, director emblemático de telenovelas locales como la misma La madrastra, aporta su episodio. "Cuando yo propuse a Carolina Arregui para protagonizar Angel malo, él me apoyó, a pesar de las preocupaciones de alguna gente del elenco y de ejecutivos que pensaban que podía ser una responsabilidad demasiado grande para ella. Dimos la pelea", recuerda.

Y agrega que ambos habían ido personalmente a Brasil a comprar los libretos de esa teleserie. Su historia en la estación católica terminó en 1996, cuando las objeciones sobre el contenido de Adrenalina y su defensa del director, Ricardo Vicuña, significaron su salida de la señal. "Tenía un estilo muy personalizado, casi campechano, si se compara con hoy en día", dice Vicuña. Añadiendo que "fue el padre del área dramática de Canal 13 y él empezó con la industria".

Al año siguiente, Miranda se integró a Mega, donde las cosas no se le dieron fáciles. Según relatan, el productor tuvo problemas con la intervención de los dueños del canal en los contenidos y producción, cosa que él nunca había vivido. Su incursión terminó tras el fracaso de Santiago City, que significó el cierre de esa área dramática y su retiro.

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