Las lecciones que deja el caso del avión malasio desaparecido

La tragedia del vuelo MH370 abrió una discusión sobre las medidas de alerta y seguridad que imperan en las líneas aéreas y sobre las herramientas con que cuentan las naves y las autoridades al momento de declararse un incidente.




1. Rastrear aviones en tiempo real

Si un teléfono celular perdido se puede encontrar mediante una aplicación, ¿cómo un avión con 239 pasajeros no es posible hallarlo? La respuesta está en que existe la tecnología necesaria, pero no todas las líneas aéreas la han adoptado. Hasta ahora, la columna vertebral del sistema de vigilancia mundial de aviones comerciales es el radar terrestre, que se complementa con la señal que emite el avión para indicar su ubicación. Sin embargo, los radares cubren sólo el 10% del planeta y la señal del avión puede ser desactivada desde la cabina. La solución es un sistema utilizado por el 60% de los aviones, que difunde la posición, la velocidad y otras informaciones de un avión, segundo por segundo. Es importante que el sistema de "seguimiento del vuelo en tiempo real le sea imposible apagarlo a los pilotos y que sea obligatorio en cada avión. Este es el segundo incidente (el Air France 447 Sao Paulo-París, que cayó en el Atlántico en 2009, fue el primero) en el cual este tipo de capacidad habría sido importante para la investigación del caso", dijo a La Tercera Scott Hamilton, de la corporación Leeham, consultora de la industria aeronáutica.

2. Compartir información

Aparte de los errores de Malasia, sus vecinos y aliados no compartieron información satelital de manera oportuna. China tardó tres días para dar a conocer unas imágenes granulosas de desechos en el mar; Australia tardó cuatro días en revelar imágenes tomadas por un satélite estadounidense con restos flotantes, y Tailandia no compartió la información de su radar hasta 10 días después, asegurando que nadie le preguntó. "Muchos países tienen que reconocer que cuando se trata de investigaciones y accidentes de avión, se necesita una cooperación completa", destacó Scott Hamilton. En las operaciones de búsqueda y rescate, la esencia está en la velocidad.

3. Nuevas cajas negras

La clave de cualquier investigación de una catástrofe aérea está en las cajas negras. Pueden pasar años para hallarla si el avión ha caído al océano. Cuenta con una señal de corto alcance, emite un ultrasonido y no está conectada a los satélites. Pero existe la tecnología apropiada y los expertos sostienen que debe ser adaptada. El caso del MH370 ha abierto el debate si esas cajas deberían poder flotar. Incluso parece increíble que cuando los teléfonos celulares son capaces de almacenar cientos de horas de música, las cajas negras puedan registrar sólo dos horas de conversaciones en la cabina.

4. Alertas globales

Apenas se supo de la desaparición del vuelo de Malaysia Airlines, la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) declaró que en julio de 2013 había descubierto una grieta de 40 centímetros en el Boeing 777, en el lugar donde se ubica, adherida al fuselaje, la antena satelital. En febrero pasado, la FAA ordenó corregir este tipo de faltas en esos aviones. Sin embargo, las advertencias de la FAA no son obligatorias, sino que se consideran como parte del sistema de seguridad de facto. De hecho, el sistema de alertas de aeronavegabilidad global se ha mostrado confuso, incompleto y lento.

5. Control de pasaportes

El que dos pasajeros iraníes con pasaportes robados hayan abordado el avión MH370 hizo pensar en un acto terrorista. Descartada esa hipótesis, quedó al descubierto la facilidad para abordar los aviones con pasaportes falsos. La Interpol tiene una base de datos de 40 millones de pasaportes robados o perdidos, y en el último año, mil millones de pasajeros abordaron aviones sin que sus pasaportes hayan sido chequeados. Posiblemente sea necesario un programa computacional que revise automática y rápidamente que quien viaja es el dueño del pasaporte.

6. Seguridad de cabinas

Desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, las aerolíneas de todo el mundo han aplicado procedimientos para mantener a la gente no autorizada fuera de la cabina. Según la revista Popular Mechanics, desde los ataques de Al Qaeda las puertas de la cabina fueron reforzadas con Kevlar. Sin embargo, "nadie nunca pensó en tener que proteger a los pasajeros de los pilotos", comentó el fundador de Jetblue, David Neeleman, ante las especulaciones sobre el actuar de los pilotos durante la tragedia del vuelo de Malaysia Airlines. Con seguridad, estas dudas llevarán a definir nuevos estándares de seguridad para las cabinas, afirman expertos.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.