Las medidas que se aplicaron tras los atentados contra los metros europeos

Después de los atentados contra la red de trenes de las cercanías de Madrid (2004) y contra el sistema de transportes (metro y buses) de Londres (2005), las capitales europeas reforzaron las medidas de seguridad. Así Scotland Yard reforzó se presencia en el metro, las estaciones de trenes y los terminales de buses londinenses. Además, entonces se pidió a la población que denunciara cualquier tipo de bolso sospechoso en las estaciones de trenes y de metro.

Incluso tras los ataques del 7 de julio de 2005 contra la capital británica se comenzó también a hacer registros aleatorios de los sospechosos que viajan en los trenes subterráneos y se duplicó el número de cámaras en la red, con lo que se llegó a 13.000 de estos aparatos. Los basureros de esas zonas de riesgo, donde puede ser depositados objetos o paquetes sospechosos, ya habían sido tapados desde los años de los atentados del IRA.

Las acciones terroristas también hicieron que en otras ciudades como, en Nueva York, la policía hiciera registros aleatorios de bolsos de pasajeros del metro por temor a que se repitiera el patrón de los ataques de Londres. Incluso se desplegaron en las estaciones policías con perros especializados en la detección de explosivos.