Lewin actúa como Dj y Canal 13 espera integrarla a la teleserie de 2010

Blanca Lewin se pone rockera y con una polerita de manga corta sobre otra de manga larga programa una canción movida y clásica de los ingleses The Clash. Ajusta sus audífonos, busca en su Ipod la siguiente pista y frente a las tornamesas del bar Cienfuegos, el lugar de Bellavista donde se reúnen actores de teleseries como Gonzalo Valenzuela y modelos como Catalina Silva actúa como discjockey durante su receso de las telenovelas.

La protagonista de Lola dejó el glamour de la televisión. Después de un año y un mes al aire con la historia sobre el hombre en cuerpo de mujer viajó a España. Volvió. Durante el verano tuvo a su hija. Ahora está dedicada a la familia, junto a su pololo, el cantante Leo Quinteros. Y en la estación católica cuentan que Lewin tiene contrato al menos hasta 2010 y que, por el momento, no está incluida en ningún proyecto del área dramática. "Blanca está dedicada a su guagua, pero se espera que pueda integrarse a la primera teleserie vespertina del próximo año", explican importantes fuentes de Canal 13.

Pero la noche del jueves la actriz fue la dueña de la fiesta en el Cienfuegos. Su novio era el plato principal. Con sus botas de Kenneth Cole, cinturón de huaso y pelo largo a lo Beatles, Quinteros se paró sobre el escenario con su bajo y un acompañante que hacía la base musical desde su computador Mac. Y tras un listado de versiones del fallecido estadounidense Johnny Cash, se retiró a un salón privado. Mientras su polola ya estaba ubicada en el puesto del Dj.

Llegaban directores de cine como Nicolás López (Santos) y Jorge Olguín (Sangre eterna). Oficinistas de chaqueta y jóvenes con jeans gastados y zapatillas. Lewin tenía un vaso para refrescarse y pasada la medianoche comenzó a programar las canciones que servían de fondo para la conversación y los brindis. Partió con  Train in Vain de los Clash. Y siguió con Mixed emotions, de los Rolling Stones, para continuar con una serie de títulos que demuestran su gusto por el rock de los años 70 y 80.

La actriz hizo una intervención basada principalmente en las canciones de su Ipod. No hubo mezclas, que es lo que caracteriza a los Dj profesionales, sino que lanzó una canción tras otra. Y a pesar del entusiasmo de Lewin, pocos salieron a bailar. Nadie. Después de aproximadamente una hora y media de su set rockero, se retiró. A las tres de la mañana estaba abandonando el lugar. Y a esa hora eran muy pocos los que seguían disfrutando la velada. "Lo de Blanca es más bien un hobbie, una entretención", comentaba un experto en el tema.