Llamar la atención es el desafío de Chile y Argentina
Las mayores figuras de ambos países no estarán en esta edición, por lo que reecantar a los seguidores se convirtió en uno de los objetivos de los organizadores.
Golpes duros sufrió el Dakar para la edición que parte mañana con el podio en la Casa Rosada de Buenos Aires. Los principales referentes de la carrera en Chile y Argentina no se inscribieron. Así, reencantar a los seguidores con la prueba se convirtió en uno de los objetivos de los organizadores.
El caso de Chile es la ausencia de Francisco López, quien debió operarse la rodilla derecha. Chaleco era la cara visible de la competencia desde que se perdiera poco a poco la figura de Carlo de Gavardo.
Para Etienne Lavigne, director de la competencia, “hay muchos pilotos nuevos, como Daniel Gouët, Jeremías Israel o Pablo Quintanilla, de los que podemos esperar un cambio de generación. Yo esperaría una victoria por primera vez de un piloto de Sudamérica”.
Los propios motoristas nacionales coinciden con el directivo francés. Cristián Naser (quien se bajó por un accidente) considera que “la atención que había por Chaleco se pasará ahora al resto de los pilotos chilenos”.
Claudio Rodríguez piensa que “si uno piensa como chileno, claro que se le va a extrañar, porque toda la gente lo conocía, pero igual hay pilotos de calidad”.
El propio López explica que “hay que estar atentos con esos cuatro: Jeremías, Quintanilla, Gouët y Rodríguez”.
Los organizadores tomaron conciencia de la baja y en Chile establecieron formas de encantar al público: un Museo Dakar, que ya está abierto, en la Casa de la Cultura de Iquique, además de un inédito podio en la Plaza Arturo Prat de esa ciudad. Es primera vez habrá una rampa en una etapa que no sea la partida o llegada.
En el caso de Argentina, los máximos ídolos en la serie de cross country (mucho menos popular en ese país que la pista o el rally por caminos) son los hermanos Marcos y Alejandro Patronelli, ambos ex campeones del Dakar en quads.
En este caso, los medios transandinos han tratado de levantar otras figuras, como Javier Pizzolito, octavo en motos en 2013; la motorista Alicia Reina, la única mujer local que ha terminado un Dakar; Lucas Bonetto, cuarto en cuatriciclos hace dos años; o Roberto Gajdosech, quien se hizo famoso en su país por terminar la prueba de 2012 en motos con un hombro dislocado.
Bolivia no vive este problema: su ídolo allá sí correrá. Se trata de Juan Carlos Salvatierra, campeón del mundo 2013 en +450 y hoy 10º en el ranking mundial.
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