Los 80 pone fin a su vida televisiva con el reencuentro de Juan y Ana
Los Herrera dijeron adiós, tras siete años, con un capítulo marcado por la reconciliación. La emisión tuvo un promedio de 21,4 puntos de rating, siendo superada por la teleserie de Mega, Las mil y una noches.
El 12 de octubre de 2008, por la pantalla de Canal 13 se estrenó la apuesta de la señal para ese año: Los 80. Una serie creada y dirigida por el actor Boris Quercia que llevaba al espectador varias décadas hacia el pasado para mostrar las vivencias de los Herrera, una familia de clase media de Santiago que con el paso de los capítulos se convirtió en una de las caras más visibles de la TV chilena. El mismo grupo familiar que ayer se despidió para siempre, con un capítulo marcado por el perdón y el reencuentro, que promedió 21,4 puntos on line (entre las 22.10 y las 23.09 horas) alcanzando un peak de 26 unidades (22.55 horas). En ese horario, TVN obtuvo 5,3, Mega 23,2 y CHV 4,6 puntos de rating.
A través de la emisión de Hasta siempre se pudo conocer la suerte de la relación de Juan Herrera (Daniel Muñoz) con Alejandra (Amaya Forch), la mujer que le dio alegría al patriarca familiar, luego de su quiebre con Ana (Tamara Acosta). Aunque en un principio Juan viajó con su nuevo amor para recorrer países vecinos, la trama más tarde lo muestra de vuelta en Chile y dispuesto a recuperar a su familia. Una reconciliación gracias a la cual, años más tarde, unos ancianos Ana y Juan reciben la visita de sus hijos y nietos para celebrar sus Bodas de Oro. Ocasión en la que además reciben una llamada de sus amigos Exequiel (Daniel Alcaíno) y Nancy (Katty Kowaleczko), quienes fueron abuelos.
Pero ellos no son los únicos que logran sanar sus heridas. También está Félix (Lucas Bolvarán), quien en la celebración del Año Nuevo de 1990 aún sufría por estar involucrado en la muerte de un hombre. Más de dos décadas después, Félix (Lucas Escobar), empujado por su padre, llega hasta la casa de la viuda del obrero que perdió la vida para contarle la verdad sobre su muerte, como una forma de superar el trauma y comenzar una nueva existencia.
Y una nueva vida fue la que también, en el último año de la década de los 80, encontró Don Genaro (Fernando Farías), luego de pensar que iba a morir y de reconocer como su hijo y heredero a Petita (Diego Navarrete). Pero no estaba todo dicho, ya que los médicos que lo atendieron habían confundido sus exámenes y todavía quedaba tiempo para molestar a Petita.
El cierre a siete temporadas en pantalla que a juicio de Tamara Acosta da una muy buena resolución a la historia de los Herrera, pero que al mismo tiempo deja un gran vacío, ya que "no sólo fue un proyecto largo, sino de mucha calidad y de mucho cariño. Esto es algo que sucede muy pocas veces". Por su parte, el director de la serie, Rodrigo Bazaes, lo califica como un final "obligado". "Necesitamos reparación y desde el comienzo afirmamos que sería éste (...) En nuestro final, 'el amor repara y reúne' y está dedicado a la inmensa mayoría de personas que compartieron y agradecieron nuestro trabajo durante estos siete años", afirmó.
Pese al emotivo final, la emisión tuvo un promedio de 21,4 puntos de rating, siendo superada por la teleserie de Mega, Las mil y una noches con 23,2 puntos de sintonía.
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