Los cinco pasos para el éxito profesional
El mercado laboral es competitivo y usted no quiere quedar fuera. Ahora, con este test, podrá estar al día. Y si lo hace cada tres meses, mejor.
¿Soy bueno en mi trabajo? ¿Me contratarán en ese puesto al que estoy postulando? Todos, en algún momento, nos hacemos estas preguntas. Por suerte, ahora esta evaluación es más fácil. O eso es lo que dice Bill Barnett, hombre de empresas por años y profesor de Economía de varias prestigiosas universidades, quien en su blog en Harvard Business Review enseña cuáles son los, a su juicio, cinco pasos indispensables para rendir bien en el trabajo o conseguir otro sin dificultades.
Haga una lista de sus fortalezas
Las habilidades concretas que ha adquirido a través de su vida laboral y académica son lo que debería estar a la cabeza de esta lista. Sus habilidades blandas pueden parecer menos obvias, pero para estos efectos, son igual de importantes. Revise su carrera, piense en sus años de universidad y pregúntese: ¿Qué es lo que más he disfrutado? ¿Para qué soy mejor? Preste atención. Busque sorpresas.
Consulte la opinión de otras personas
Pídales a sus compañeros actuales o de trabajos pasados que le entreguen opiniones honestas sobre su desempeño. Ellos pueden mencionar destrezas que usted no reconoce, cuestionarlo sobre las que cree tener o hacerlo pensar sobre las que podría desarrollar. Pregúntese ¿En qué soy bueno? ¿Qué estrategias podría desarrollar? Muy importante: ¿Cuáles son mis debilidades? ¿Qué trabajos debería evitar? ¿Hacia qué trabajos debería apuntar?
Llame a sus jefes anteriores y pregúnteles por su desempeño
Relea las evaluaciones que le hicieron en trabajos anteriores y, si es necesario, llame a sus antiguos supervisores para que lo aconsejen, aunque su trabajo actual o al que aspira sean distintos de los que ha realizado en el pasado.
Según José Lizana, sicólogo laboral de la UDP, esto es muy provechoso, ya que "permite conocer la brecha real entre las que la persona cree tener como competencias y las que ven sus compañeros y jefes, lo que le permite cambiar".
Haga el ejercicio de contratarse a usted mismo
Si dependiera de usted, ¿se contrataría para el trabajo que está haciendo? Conforme una lista de las razones por las cuales lo haría y por las que no.
Rehaga su lista de fortalezas
Vuelva a su primera lista y modifíquela de acuerdo con lo que ha aprendido en este proceso. Categorice sus resultados y haga un ranking según su importancia. Recuerde: las fortalezas deben ser lo más específicas posibles, porque así son creíbles para un potencial empleador y a usted le permitirán conducir mejor sus habilidades.
Según Lizana, esta autoevaluación debería realizarse cada tres meses, debido a la alta exigencia que requiere ajustarse a los acelerados cambios del mercado laboral.
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