Los dos empresarios que tienen en las cuerdas a Temer
Uno de los hermanos Batista, los dueños de JBS, la mayor empresa cárnica del mundo, grabó una conversación con el Presidente.
El miedo era terminar como Marcelo Odebrecht. El ex presidente de la constructora Odebrecht, preso desde 2015, está condenado a más de 19 años de cárcel luego de que se descubriera que estaba envuelto en el caso Petrobras. El llamado caso Odebrecht es el escándalo de corrupción más grande en la historia de Brasil, que llegó a salpicar a varios gobiernos latinoamericanos.
Joesley y Wesley Batista -investigados por pagar sobornos a políticos- no querían acabar tras las rejas como el dueño de la constructora. Por eso, hicieron una jugada maestra: trabajar con el Ministerio Público para rebajar su futura sentencia.
A diferencia de Marcelo Odebrecht, que también alcanzó un acuerdo de delación premiada pero se encuentra en la cárcel, los hermanos Batista acordaron que no irían a prisión, que sus empresas sufrirían el menor daño posible y que Joesley Batista incluso podría seguir viviendo en Estados Unidos, lejos de los medios de comunicación y el escándalo. De acuerdo a la revista Piauí, la única sanción que sufrirían sería el pago de una multa de 225 millones de reales, unos US$ 69 millones. Según O Globo, Joesley regresaría a Brasil el 22 de mayo.
Conocidos por ser dueños de la mayor empresa cárnica del mundo, JBS, los hermanos Batista quedaron en medio de una de las peores tormentas políticas que vive Brasil y se vieron acorralados en casos de corrupción. Pero encontraron una tabla de salvación al poner en jaque al mismísimo Presidente de Brasil, Michel Temer.
Fue Joesley Batista quien decidió grabar a Temer en una reunión en la que se habló de sobornos para comprar el silencio de Eduardo Cunha, ex presidente de la Cámara de Diputados, con el fin de que no revelara supuestos hechos de corrupción y entregó luego el audio como parte de un acuerdo. "Hay que seguir haciendo eso", le dijo Temer en aparente referencia a los pagos, según el audio que divulgó el jueves el Supremo Tribunal Federal (STF). Son esas cinco palabras las que tienen al borde del precipicio al mandatario.
Y, según el STF, Joesley Batista aseguró que acordó pagos de 4,7 millones de reales (US$ 1,45 millones) a pedido de Temer desde 2010 a marzo de 2017. El líder de JBS se reunió con el Presidente el 7 de marzo, donde grabó en secreto las conversaciones con el mandatario y con el senador socialdemócrata Aécio Neves, quien pedía al empresario 2 millones de reales (US$614 mil). A pesar de que Temer negó el hecho y descartó la posibilidad de renunciar, el STF abrió una investigación en su contra por las acusaciones.
Los Batista heredaron JBS de su padre y tienen gran influencia política. La empresa, la mayor del conglomerado familiar J&F, fue el gran donante de la campaña electoral de 2014, con 391 millones de reales (US$ 120 millones) con los que apoyaron a 164 diputados federales, seis gobernadores y al binomio Rousseff-Temer.
Joesley Batista, propietario de las famosas sandalias Havaianas, fue el responsable de la expansión e internacional de la compañía, hasta hacerla famosa.
Los hermanos ocupan la posición número 66 de las personas más ricas de Brasil, según Forbes, y se estima que su fortuna asciende a US$ 952 millones.
En julio de 2016 comenzaron las investigaciones en su contra, cuando fueron vinculados a la operación Lava Jato. Batista fue relacionado a raíz del presunto pago de sobornos a Cunha en el fraude a varios fondos de inversión de Brasil. Asimismo, a mediados de marzo de este año, estalló el escándalo de la carne brasileña, que generó una pérdida de US$ 40 millones en sólo siete días. Salieron a la luz prácticas ilegales, entre las que destacan sobornos a inspectores para que aprobaran la venta de mercadería en mal estado o la utilización de sustancias para esconder la mala calidad del producto.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.