Los ejes del cuarto ciclo de The Walking Dead según su nuevo jefe
Scott Gimple, que quedó a cargo de la serie desde este año, cuenta a<b> La Tercera</b> que ahora se centrarán en desarrollar más los personajes.
The walking dead se ha transformado en la ficción más exitosa de la historia del cable en Estados Unidos, pero también es aspirante al título de la mayor rotación de encargados de la serie en muy corto tiempo. La cuarta temporada, que se transmite los martes a las 22 horas por Fox (señal 57 VTR y 502 Movistar), ahora está a cargo de Scott Gimple, el tercer jefe que tiene el programa en cuatro años. "Asumir la dirección del show ha sido increíble. Creo que gran parte de eso es haber crecido trabajando en él los últimos dos años. Tuve la suerte de ser entrenado en este trabajo mientras lo hacía", explica Gimple al teléfono con La Tercera.
Así, la serie más exitosa del momento ha tenido un camino creativo que contrasta con sus millonarias ganancias, que lo tienen como uno de los programas con los avisos más caros actualmente. Su creador, Frank Darabont, se fue del programa a mediados de la segunda temporada, después de que el presupuesto de la ficción fuera reducido por AMC (cadena que lo transmite en Estados Unidos). Ahí, fue reemplazado por su segundo de abordo, Glenn Mazzara, quien a su vez anunció su retiro en diciembre pasado tras terminar el tercer ciclo, citando discrepancias creativas con el canal.
Ahora, en nuevas manos, The walking dead tendrá un nuevo sello. Así, para marcar la diferencia, después de una temporada cargada de acción, Glimpe optó por concentrarse en los personajes: "La manera en que abordamos este ciclo fue tratar de asegurar que existiera una historia para cada uno de los roles. La única manera de hacerlo con un elenco tan grande es que estas historias estén conectadas, por lo que cada una afecta a la otra. Esa es una gran manera de hacerlo también, porque queremos que estos personajes ejerzan un efecto en el otro", cuenta.
Uno de los ejemplos de esto es Daryl Dixon (Norman Reedus), quien comenzó como un ermitaño que no confiaba en los demás y ahora es uno de los líderes del grupo, junto con Rick Grimes (Andrew Lincoln). "En el primer episodio vimos que la gente de la prisión lo considera como una suerte de sobreviviente rockstar y eso lo afecta a él y a su identidad. Al avanzar la temporada, seremos testigos de cómo un grupo específico de personajes terminará por influir en el camino que decide tomar", adelanta Glimpe.
La segunda decisión de cómo abordar el nuevo ciclo, que tendrá 16 episodios, pasó por la pregunta de si los personajes eran capaces de recuperar su humanidad después de todo lo que habían hecho para sobrevivir y sabiendo, además, que todos cargan el virus. "Cada día hay un presión para encontrarle algún sentido a tu vida cuando parece que todo se ha acabado. Comenzamos esta temporada mostrando que han conseguido de manera exitosa lograr eso", explica Glimpe. En el caso de Rick, esta búsqueda pasará por distanciarse aún más de su rol de líder, para proteger a sus hijos.
Confeso fanático de los cómics en los cuales se inspira la serie, Glimpe y su equipo han buscado rescatar aquellos episodios que un lector podría reconocer para llevarlos a la pantalla: "Lo que queremos hacer es tomar estos momentos icónicos del cómic y usarlos en diferentes contextos y períodos temporales, pero los lectores del cómic definitivamente van a reconocerlos".
Aunque el conflicto con el gobernador volverá a surgir, la principal amenaza de este ciclo está en la prisión, como quedó demostrado en el primer capítulo. "Cuando Patrick se desmaya y transforma, tiene como características tener sangre saliendo de sus ojos y oídos. Y Rick ya había visto a un caminante similar. Parece tratarse de una enfermedad fatal que ataca de manera muy rápida", remata Glimpe.
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