Los esfuerzos de los hinchas azules para ver a su equipo en la Bombonera

Viajaron con poco dinero y pasaron la noche en la calle a la espera del duelo por la Copa Libertadores.




Alejandro, de 23 años,vendió su reproductor de música portátil, un par de camisetas de la "U" de sus amores y pagó en tres cuotas el viaje a Buenos Aires en avión. Y le alcanzó justo. Llegó el ayer a la capital argentina y no tiene donde dormir. Convirtiéndose en uno de los doscientos hinchas azules que pernoctó anoche en el Obelisco, clásico hito trasandino encargado de recordar el primer izamiento de la bandera nacional de Argentina.

"Lo que más me duele es haber vendido las camisetas. Una era la del 96', del "Matador" Salas, cuando llegamos a la semifinal de la Libertadores con River. Pero no me quedaba otra, tenía que venir porque estoy seguro de que este partido quedará en la historia porque la "U" va a ganar en La Bombonera", confiesa con una cerveza en la mano Alejandro, en la calurosa y húmeda tarde-noche bonaerense.

Se esperaba un frente lluvioso para ayer, pero por suerte para Alejandro y el resto de los alrededor de 200 seguidores azules que matan el tiempo en la intersección de la avenida 9 de julio y Corrientes, la lluvia se convirtió en calor y humedad. Ideal para una cerveza.

La policía los mira. De reojo. Saben que beben, pero no dicen nada porque "estamos acostumbrados. Siempre que dan partidos así, pasa esto. Y si nos ponemos a corretearlos es peor. Lo único que quieren es que llegue luego el partido. No son malos. Mejor no provocarlos", confiesa un transpirado policía federal de la guardia nacional de infantería, símil a un carabinero de Fuerzas Especiales en Chile y que sufre con lo sobrecargado de su indumentaria.

Cerca de las 18 horas se comenzaron a acumular los hinchas azules que, con cánticos, llamaban la atención de los bonaerenses y de la televisión local. Algunos no sabían qué pasaba. Un taxista ocupa su radio y le pregunta a la central de taxis si había una nueva protesta. Común en los últimos días por temor a una nueva debacle económica. Pero la pregunta encuentra una respuesta poco amable del otro lado: "¡Son los chilenos de la "U", gil! ¿En qué mundo 'vivís'? Juegan mañana con Boca", le responde el encargado de guiar a los taxis. "Es 'Bostero' y no lo dejaron ir a la cancha mañana. No me la perdonó", cuenta el taxista.

Uno de los reporteros que registraba el momento para el noticiario se acerca a uno de los hinchas chilenos y le pregunta en medio de las gotas que se dejaron caer a eso de las 21 horas: "¿Un prónostico?". Y el barrista azul le responde: "Querer devolverme a mi casa. Pero seguro que con los tres puntos".

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.