Los factores que agravan tensión racial en EEUU

Un segundo joven negro murió ayer en un incidente con la policía en St. Louis. El hecho se da en medio de los disturbios raciales que vive la zona y que han vuelto a encender el debate por el estado de la comunidad negra estadounidense.




Para la comunidad negra de Estados Unidos, la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca, en enero de 2009, como el primer presidente afroamericano del país, se transformó en una suerte de reivindicación, tras un largo historial de postergaciones, abusos y segregación. Pero ni la gestión de Obama -que ha intentado convertirse en una figura post-racial- ni los 50 años que han pasado desde la firma de la Ley de Derechos Civiles han dejado atrás los problemas de orden racial en ese país.

La reciente muerte de Michael Brown, de 18 años, a manos de un policía en Ferguson (Missouri), en circunstancias aún no aclaradas desató una ola de disturbios y protestas raciales, que se vieron agravadas ayer con un segundo incidente donde perdió la vida otro joven a manos de la policía, esta vez en la cercana ciudad de St Louis (ver secundaria). Ambos hechos han vuelto a encender el debate sobre la situación en la que se encuentra parte importante de los afroamericanos en EE.UU..

La desigualdad entre negros y blancos va más allá de Ferguson, pero surge cada vez que ocurre un incidente como este. Ya sucedió en 2013, cuando el adolescente Trayvon Martin fue muerto a tiros por un guardia, en un condominio de Florida. "Yo podría haber sido Trayvon Martin hace 35 años", dijo Barack Obama en ese momento.

En Estados Unidos viven 44 millones de negros, que representan el 12,8% de la población. La mayoría de ellos se sienten discriminados frente a los blancos, en temas como el trato en sus respectivos trabajos, las cortes de justicia, en su relación con la policía e, incluso, cuando ejercen su derecho a voto, según un estudio del think tank Pew Research Center (ver infografía).

¿Cifras? El 13% de la población negra se encuentra sin empleo (entre los blancos, este porcentaje llega al 6,8%), sólo uno de cada cuatro afroamericanos (26%) considera que la vida de los negros ha mejorado desde que Lyndon Johnson firmó en 1964 la Ley de Derechos Civiles, y el 28% de los hogares negros vivía en la pobreza en 2011, casi tres veces más que los hogares blancos.

"La división racial en EE.UU. es más antigua que el mismo país, una falla central que ha marcado la historia de la nación", sostiene The New York Times. De acuerdo con este diario, incluso entre personas de cualquier raza con el mismo nivel de educación, el desempleo afecta más a los negros. Por ejemplo, entre las personas que no terminaron la secundaria, el 20,5% de los negros no tiene trabajo, mientras que este porcentaje llega a la mitad (9,7%) entre los blancos.

Según el Pew Research Center, los afroamericanos tienen seis veces más probabilidades de terminar en la cárcel que los blancos. Hoy, el 38% de la población carcelaria de EE.UU. es negra. Por años se ha extendido la creencia de que hay más negros en prisión que en la universidad. Pero aquello no es verdad de acuerdo con la cadena BBC, que sostiene que en 2009 había 600 mil afroamericanos más en las universidades que en la cárcel.

Eso sí, los negros son víctimas de homicidio a tasas muchísimo más altas que los blancos. Según los Centers for Disease Control and Prevention, en 2010 hubo 30 asesinatos de afroamericanos cada 100 mil habitantes, mientras que la tasa de los blancos no superó los cinco.

Eso sí, el número de homicidios cometidos por negros ha disminuido, de acuerdo con cifras del FBI. Si en 1995 se registraron 8.285 asesinatos llevados a cabo por afroamericanos, en 2011 este número llegó a 5.486.

En cuanto a lo ocurrido en Ferguson, una encuesta dada a conocer el lunes por el Pew Research Center plantea que el 80% de los negros cree que el caso de Michael Brown plantea cuestiones raciales que deben debatirse, algo con lo que coincide sólo el 37% de los blancos. Además, el 76% desconfía de la investigación. "La desigualdad entre blancos y negros no se limita a Ferguson. Es patente en muchas ciudades de Estados Unidos. Para verlo, sólo hay que pasearse por lugares como Washington, donde blancos y negros viven en barrios separados y donde las diferencias económicas saltan a la vista", explica Beatriz Juez, corresponsal de la agencia Dpa en la capital estadounidense.

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