Los padres de las doradas

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El éxito conquistado por la Sub 17 en el Sudamericano de Lima hizo florecer la esperanza sobre el futuro del básquetbol chileno. Su entrenador, Galo Lara, y José Sulantay, el hombre tras la génesis de la actual Roja de fútbol, entregan las claves para la cimentación de una generación dorada.




El 22 de julio de 2007, en el Estadio Nacional de Toronto, la selección chilena de fútbol derrotó a Austria con un solitario tanto de Hans Martínez, adjudicándose la medalla de bronce del Mundial Sub 20 de Canadá. El combinado criollo, dirigido desde la banca por José Sulantay, había caído en semifinales ante la poderosa Argentina, a la postre vencedora del torneo. Pero había logrado algo mucho más importante, sentar los cimientos para edificar una revolución.

La base de aquel equipo chileno, que contaba en sus filas con jugadores como Alexis Sánchez, Arturo Vidal, Gary Medel o Mauricio Isla, terminó proclamándose bicampeona continental en categoría adulta casi una década más tarde. Y es que el hecho de que el fruto de la semilla plantada en Toronto terminara floreciendo era sólo cuestión de tiempo. Y eclosionó de manera natural en Santiago, en 2015, y un año después en Nueva Jersey. A aquel germen de revolución nacido en tierras septentrionales hace hoy diez años se le conoce todavía como la generación dorada del fútbol chileno.

Hace poco más de dos semanas, sin embargo, en Lima, otra selección chilena ligeramente más joven que aquella que había deslumbrado en Canadá, logró proclamarse contra todo pronóstico campeona continental de básquetbol en el Campeonato Sudamericano Sub 17. Algo insólito. Inédito. Y ante una Argentina más poderosa aún que la que había dejado en el camino a la Rojita en 2007. Tras la proeza, un joven entrenador con demasiada experiencia en el básquetbol formativo, Galo Lara, y un grupo de niños gigantes con demasiado futuro por delante y demasiada hambre de éxito.

Pero, ¿cómo se construye, en realidad, una generación dorada?. Los artífices de las dos grandes revoluciones del fútbol y el básquetbol chileno; el inoxidable Sulantay (77) y el prometedor Lara (39), tratan de explicarlo y de explicárselo a sí mismos en una conversación de Skype entre Calama y Santiago con El Deportivo como hilo conductor. Un diálogo entre constructores que comienza con un afectuoso saludo del hoy técnico de Cobreloa.

José Sulantay: Hola Galo, me gustaría felicitarte por el gran éxito logrado con este equipo Sub 17 que todos sabemos que no solamente fue campeón invicto sudamericano sino que también se ganó el derecho de ir a un Premundial. Ojalá que con el trabajo que estás haciendo puedas hacer que se llegue a ese Mundial.

Galo Lara: Muchas gracias, José. Ha sido muy duro, pero conseguimos el objetivo de quedar en clasificación para un Premundial. Nuestro sueño es ir a un Mundial, pero nuestro primer objetivo lo cumplimos y lo cumplimos más allá, porque salimos campeones sudamericanos ganando una final a Argentina. Ahí se vio el carácter de los jugadores y que esta generación puede ir por más. Se logró con mucho esfuerzo. Tú sabes que en el deporte colectivo, en las divisiones inferiores especialmente, es muy difícil lograr el objetivo. Ahora más que nunca necesitamos el apoyo de todos para que esta generación siga trabajando y para que este grupo de jugadores nos pueda dar muchas alegrías en un futuro próximo.

J. S.: Así es, pues. Pero todo lo que cuesta se aprovecha mucho más, te alegra mucho más y hace que te apetezca mucho más centrarte en tus futuros planes. El básquetbol está muy alicaído en nuestro país. Algunos años atrás, Chile figuraba a nivel mundial tanto en mujeres como en hombres. Y después de una sequía de tantos años, aparece un grupo tan bueno como el que tú formaste con chicos de 17 años, este grupo de ahora, que es el futuro. Y como están ustedes trabajando, hay que esperar que el básquetbol renazca con todo el apoyo.

G.L.: Sí, es verdad, hace falta el apoyo, pero además hay varias cosas importantes para que una generación pueda perdurar en el tiempo. Es fundamental el grupo humano, que se pueda juntar para trabajar. Yo siempre he dicho que las características del grupo que tomé es de jugadores muy disciplinados, con una calidad técnica alta y con un tema mental que creo es la clave en este momento. Ellos están muy enfocados, saben lo que quieren, saben dónde quieren llegar y son jugadores con carácter y condiciones como para llegar mucho más alto. Creo que la clave de estas generaciones, que por ponerles un nombre serían generaciones doradas, es netamente el esfuerzo y la mentalidad ganadora.

J. S.: Sí, esa parte es importantísima, la parte mental, la sicológica. Nosotros los chilenos por naturaleza somos un poquito blandos. En los grandes eventos donde se ha llegado nos ha faltado lo último. Y además de eso creo que uno tiene que tener una idea de cuál es la forma en que quiere que el equipo juegue. Y ahí está todo el bagaje de conocimiento del técnico para lograr que los jugadores jamás duden. Cuando se logra tener una idea clara de cómo se quiere jugar y se elige a los jugadores ad hoc para esa idea, lo más probable es que se triunfe. Pero si no tienen esa fuerza sicológica, esa fuerza mental para creer que tienen la capacidad de lograr grandes cosas, es difícil.

G.L.: Sí, y luego hay también un tema logístico, un tema de recursos. Sin lugar a dudas en el básquetbol nos cuesta mucho más conseguir recursos para poder prepararnos como deberíamos. Es cierto que la Federación quiere hacer todos los esfuerzos posibles, pero yo fui también seleccionado, jugué y viví la parte de jugador dentro de la selección chilena. Y siempre nos decían: "Bueno, no tienen sponsor, no tienen las mismas condiciones que a lo mejor tienen las potencias sudamericanas como Argentina o Brasil en cuanto a indumentaria, etc, porque no han ganado nada". Bueno, ahora somos campeones sudamericanos y obviamente que necesitamos tener todas las herramientas acordes a nuestra condición.

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J. S.: Estoy de acuerdo, y fíjate que el básquetbol no es tan masivo como lo mío, como el fútbol. Y yo estuve en muchos campos para ir a buscar a los jugadores, para elegirlos, porque es una selección lo que estás armando. Y la Sub 20, que era la mía, ya estaba un poquito mayor, la que yo dirigí en Canadá. Pero la Sub 17 es una edad más complicada. Por eso creo que el logro obtenido ahora con esta Selección tuya lo tiene todo para triunfar. Tiene un juego claro, preciso, tiene una estatura que no es normal en nosotros los chilenos, y bueno, tú lo acabas de decir, tú fuiste jugador, seleccionado chileno, y sabes lo que es representar a tu país. Y ganarle en la final de forma clarísima a una potencia como es Argentina es algo muy difícil. El logro es muy grande y ahora hay que hacer todo lo posible para apoyar a estos jugadores.

G.L.: Hoy en día, José, hemos estado trabajando duro para poder lograr lo que siempre hemos querido, que es conseguir que el básquetbol se estabilice de una vez por todas, que cada vez se profesionalice más. Y los referentes que hoy día tienen los chicos Sub 13, Sub 15, son los de esta generación, los que están en boga hoy en día. Que los chicos que hoy quieren ser como Arroyo, que quieren ser como Lorca, que quieren jugar a un nivel superior, se puedan motivar con estos referentes que están marcando pauta, no sólo a nivel sudamericano, sino a nivel mundial, es muy importante. Arroyo, por ejemplo, el base y capitán de nuestro equipo, firmó un contrato en el Estudiantes de Madrid. Lorca juega en la High School en Estados Unidos y otros están partiendo como Álvaro Pimentel en Obras, en Argentina, o Lino Sáez, que también se va ahora al extranjero a Estados Unidos. Y bueno, se está creando una mentalidad de que si no están las condiciones aquí en Chile, los chicos tienen que ir a buscar una competencia mayor al extranjero y de alguna manera nivelar a los que se quedan en el medio local para lograr una generación muy pareja.

J. S.: Importantísimo lo que acabas de decir con respecto a los chiquillos que juegan fuera del país. No hay cosa más importante que codearse en países que tienen selecciones potentes. Yo tenía una frase en la Selección: "Yo quiero jugar siempre con equipos superiores, incluso en edad, para que nos aporreen". Que nos golpeen para saber dónde podemos llegar y qué debe uno hacer para emparejarnos con ellos. Y no hay forma más clara para lograr eso que jugar mucho fuera del país, con las potencias, e ir ganando una experiencia que solamente se logra con ese roce. Cuando yo fui nombrado para dirigir a estas selecciones, no había entrenado nunca a selecciones menores, siempre a equipos adultos, pero llevaba una cantidad enorme de años dentro del fútbol profesional. Eso me dio una idea de cómo y qué buscar en un jugador para que rindiera de la forma que yo quería. Hace mucho la experiencia de haber sido jugador profesional, pero también de haber dirigido equipos grandes y de haber empezado a viajar, como al Mundial de Holanda, a donde fuimos la primera vez, para saber buscar los jugadores ad hoc. Para una idea de fútbol, buscar un jugador que encaje con esa idea y trabajarlo en todos los sentidos, en todos los aspectos que un ser humano necesita trabajar para lograr grandes objetivos. Yo creo que ahí está el secreto de todo, porque en los deportes que son de competencia se entregan valores, valores de vida. Y yo le copié mucho al básquetbol, en los movimientos, en todo lo que es lo táctico, una cantidad enorme de movimientos sacados del basket. Porque si comparas el básquetbol con el fútbol, la única diferencia es que el fútbol es más masivo.

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G.L.: De hecho, la relación que hacen nuestros jugadores, que también lo han comentado en otras entrevistas, es que ellos también tienen esa mentalidad ganadora porque nunca vieron perder a nuestra selección de fútbol, que es la más mediática. Siempre la vieron peleando lugares, mundiales, participando, compitiendo de igual a igual contra cualquier selección, y eso yo creo que nos ayudó bastante. Porque ya no vamos a participar, como era en años anteriores, sino que vamos a competir con las herramientas necesarias como para poder ganar y conseguir logros importantes. Y bueno, también tiene importancia en este éxito el hecho de que coincidan en el tiempo grandes jugadores. Porque son generaciones que van saliendo y tienen que crear una química de equipo y una conexión para hacer que sus objetivos sean por la Selección más que personales. Luchar por eso por sobre el tema individual es muy importante. Necesitamos que todos, con su función y su rol hagan que el equipo sea mucho mejor.

J. S.: Bueno, yo en realidad le tengo un poco de temor a la palabra generación. Yo creo que lo que has hecho tú es un grupo, Galo, un grupo de jugadores que tú los elegiste, que tú los trabajaste. A lo mejor hay muchos jóvenes que les habría gustado tener esta oportunidad, y a todos no se les presenta. A veces no se reconoce que hay una persona que los elige, una persona que los dirige y una persona que los enseña, porque a fin de cuentas estás luchando porque el país logre cosas superiores. En estos deportes colectivos, el trabajo es comunión y esfuerzo, pero tiene que haber una mentalidad al servicio del equipo. Yo les decía a los jugadores míos: "Mírense en el espejo todos los días y digan cuánto valen ustedes".

G.L.: Y luego está el hecho de llamar generación dorada a unos chicos tan jóvenes, que no sé si es peligroso, pero que sí que creo que es ponerles una carga a los mismos jugadores que no les corresponde. Porque en este momento ellos se están desarrollando. A mí el término generación gorada me llama la atención y me gusta porque genera un cierto ambiente en el básquetbol de que se pueden lograr cosas, de que se pueden cumplir nuestros sueños. Ellos se han dado cuenta de que hemos logrado algo histórico, que hacía más de 80 años que una selección chilena no llegaba a una final y menos que la ganaba. Entonces ellos fueron parte fundamental de esto, ellos crearon esto. Yo los dirigí, obviamente, junto a mi cuerpo técnico, pero ellos son los que generan esta revolución del básquetbol y se la tienen que creer. Se la tienen que creer, pero siempre con los pies en la tierra y no adelantando los pasos.

J. S.: Cuando un jefe técnico piensa así y se lo transmite a los jugadores, seguramente los objetivos lleguen. Esta selección no se puede descuidar, al contrario, hay que reforzarla. Y bueno, tú sabes qué hacer de aquí al futuro. Te deseo, Galo, que el camino que falta sea claro para poder lograr objetivos mayores todavía, porque tienes la ilusión, sabes trabajar, jugaste básquetbol y conseguiste cosas. Pero ten cuidado, porque a quien logra cosas acá en Chile enseguida se le buscan las partes negativas (risas). Un abrazo grande, Galo.

G.L.: Muchas gracias a usted, don José, por la posibilidad de poder compartir este rato. Ha sido un honor, de verdad. Muchas gracias por su visión, muchas gracias por sus puntos de vista, porque usted sabe cómo somos los entrenadores, siempre estamos absorbiendo todo y queremos seguir creciendo. Así que todos los aportes de técnicos que son para y en pos de la Selección, son bienvenidos. Tenemos que seguir apoyándonos para hacer crecer el deporte chileno a nivel mundial.

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