Los primeros "gags" de Trump en su gira por Asia
Dio palmadas en la espalda al emperador Akihito y perdió la paciencia mientras alimentaba a peces.
El comportamiento del Presidente estadounidense Donald Trump, poco afecto al respeto del protocolo y de los buenos modales, dejó hoy estupefactos a los japoneses con una serie de "gags", que iniciaron con unas cálidas palmadas en la espalda que le propinó al emperador Akihito.
Trump, quien llegó a Japón junto a su esposa en el marco de una gira oficial a Asia, visitó hoy al emperador Akihito, ante quien prefirió no inclinarse, un gesto protocolar. En cambio, se limitó a una leve inclinación de la cabeza y le estrechó la mano al soberano y a su esposa.
Al dejar la casa real, a modo de despedida, el mandatario estadounidense optó por darle unas palmadas en la espalda a Akihito, de 84 años. El gesto no es muy propio de los modales de etiqueta que merece un dignatario de la corte, no habituado al contacto físico, tal como recordó la prensa japonesa.
Pero las críticas también alcanzaron al primer ministro japonés, Shinzo Abe. Los medios se preguntaron por qué el gobernante nipón sintió la necesidad de ofrecer una hamburguesa como almuerzo a Trump cuando Tokio es la ciudad con la mayor cantidad de restaurantes con estrellas Michelin y famosa por ofrecer el mejor sushi del mundo.
En cuanto a Trump, tras el episodio con el emperador llegó otro más hilarante, reproducido hasta el hartazgo por la televisión japonesa. Tuvo lugar en el palacio de Akasaka, bajo la mirada de centenares de curiosos. Trump y Abe se acercaron al estanque de peces para alimentar a las Carpas Koi gigantes: el premier japonés le mostraba cómo darles pequeñas cantidades, tomando cucharaditas de un recipiente de madera; Trump probó una o dos pero perdió la paciencia y descargó todo el contenido en el estanque, dejando a todos sin habla.
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