Los secretos detrás de la nueva versión televisiva de El Mago de Oz

La historia es conocida, siendo contada, adaptada y parodiada en múltiples ocasiones por más de un siglo. La producción de la serie Emerald city tenía clara esa realidad. Por eso, decidieron que para presentar su versión de El mago de Oz de una forma que el público no estuviera familiarizada, tenían que, irónicamente, volver al origen más básico: "nos basamos mucho en los libros, que es un aspecto que muchas veces es olvidado cuando se habla de El mago de Oz. No nos apegamos mucho a la película ni ninguna otra adaptación. Lo que se hizo fue ver la historia los libros -que creo son más de 15- y se imaginó de una nueva forma. El mundo fuer re-diseñado para una audiencia moderna", explica el actor Oliver Jackson-Cohen, uno de los protagonistas de esta nueva versión.

Emerald city, que se estrena el domingo a las 22.30 horas por el canal premium Fox1, sigue las aventuras de Dorothy Gale (Adria Arjona, hija del cantante Ricardo Arjona) en la mítica tierra de Oz, donde inicia su búsqueda el poderoso mago que reina el lugar (Vincent D'Onofrio), para que la ayude a volver a casa.

Jackson-Cohen interpreta a Lucas, una nueva versión del Espantapájaros, pero que a diferencia de la historia conocida, es humano. "No está buscando un cerebro, sino que sufre amnesia, no tiene idea donde está, quién es o qué le ha pasado. Cuando lo conocemos en el primer episodio, está crucificado, fue atacado y quemado, pero no recuerda nada", explica el actor, agregando que: "la historia seguirá así hasta el episodio siete u ocho, donde hay una gran revelación, donde su memoria regresa. Y la historia cambiará completamente".

Así, Lucas se unirá a la búsqueda de Dorothy, generando una conexión especial entre ambos personajes. "Ella lo encuentra herido y lo ayuda. Se genera de inmediato una relación de confianza entre ellos. Ella se preocupa y cuida de él, y viceversa, generándose una unión muy especial entre dos extraños, porque de verdad no se conocen nada. Nuestra versión de Oz no es feliz; no hay gente bailando en las calles ni flores por todos lados. Es un mundo realmente siniestro, entonces es algo hermoso que en medio de todo eso, dos personajes se preocupen tanto el uno del otro", dice Jackson-Cohen.

A pesar de ser una historia con 117 años de antigüedad, la producción quiso enfatizar un mensaje contingente en su historia. "Si lees los libros, las temáticas que tocan son fascinantes. La historia es sobre un grupo de mujeres teniendo un poder increíble, y hombres aterrados de eso. Es un mundo con muchas posibilidades", cierra el actor.