Los simuladores: Hacer teatro no sale gratis

El novedoso castigo de una fecha a Luis Valenzuela por fingir aviva la discusión con los que ven picardía en la trampa.




La trampa no está tan mal vista. O no por todos. Por eso, la novedosa sanción de un partido aplicada a Valenzuela, el jugador que fingió ser agredido, confundió al árbitro y desató una tormenta  de sanciones el pasado 13 de septiembre en el O´Higgins-Unión Española (Rumiano cobró falta y le mostró la segunda amarilla a Berardo, que reaccionó empujando al juez; el tribunal sancionó luego con dos fechas al árbitro y cuatro al lateral) , no ha sido aplaudida por todos. Muchos son los que opinan que el engaño forma parte de la colección de picardías propias del juego. Aunque también hay quienes desde hace tiempo exigen castigos ejemplificadores para erradicar esa sucia costumbre.

El Tribunal de Disciplina de la ANFP actuó de oficio (una práctica poco habitual) ante el teatro de Valenzuela y determinó una sanción de una fecha. Una decisión que no gustó en O'Higgins, pero  que sí fue bien acogida en Unión Española. "Estamos de acuerdo con la sanción. A pesar de que hay que confiar en la buena fe de los jugadores y que éstas son jugadas que ocurren siempre, de todas formas debieran erradicarse. El fútbol es un deporte que está basado en las buenas armas y el juego limpio", asegura Johnny Aswell, su gerente general.

En el equipo rancagüino, en tanto, no escondieron su molestia por la situación. El martes por la tarde, de hecho, al salir de la sesión del Tribunal de Penalidades, Valenzuela evitó referirse a la situación y el gerente deportivo celeste, Pablo Hoffmann, aseguró visiblemente molesto: "la situación es ridícula; no tenemos por qué estar acá".

Ayer, con más calma, tras conocerse la sanción, dijo que "como club respetamos la determinación, pero no consideramos que el jugador deba ser sancionado. Valenzuela es visto como un copartícipe de una situación (agresión de Berardo a Rumiano) de la que es inocente.  El único sancionado debió ser Berardo. No me gustan las simulaciones, pero son parte del juego".

Mientras, al atacante celeste Gastón Lezcano defiende a Valenzuela, ya que, a su juicio, "uno a veces usa la picardía para provocar una falta y sacar ventaja. A veces es un elemento válido para poder ganar. ¿La sanción? Ya no hay nada que hacer. Lo hablamos como equipo para que no nos vuelva a suceder. Las sanciones por estas cosas van a ser buenas en la medida que se aplique a todos igual. No de otra forma".

En tanto, en el gremio no gustó la medida. "Me parece negativo. Este tipo de cosas pasan dentro de la cancha y ya está. Si se va a castigar algo, que se castigue todo y no sólo cosas puntuales", dice Jorge Ormeño, de Santiago Wanderers. Similar postura a la de Eduardo Farías, de Unión La Calera, quien cree que "no está bien simular, pero no me parece que sea algo para ser sancionado. Es parte de la esencia del juego. Si fuera por eso, creo, habría que castigar primero a los árbitros".

Aunque la medida no es habitual, sí se había aplicado antes en Chile: Lucas Barrios fue castigado de oficio en 2008 tras simular una falta dentro del área contra Cobreloa en Calama. Situación que, en ese entonces, Pablo Pozo sancionó como penal, pero que luego que le valió un partido de suspensión.

De todas formas, desde el tribunal aseguran que la situación no será una nueva tendencia en nuestro fútbol. "No hay una política establecida en contra de las simulaciones. Eso sí, el ánimo de la ANFP y del tribunal es hacer cumplir lo más cabalmente posible lo que indica el reglamento", afirmó escuetamente Exequiel Segall, presidente del ente disciplinario. Por una vez, el teatro no salió gratis.

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