Los tensos momentos de su esposa: "Sandro murió como un rey"

Olga Garaventa estaba en el comedor del hospital cuando, ayer a las 20:40 horas, se enteró de la muerte del ídolo. Fue el mayor amor de su vida.




El destino quiso que el comedor del Hospital Italiano de Mendoza fuera un escenario clave en los últimos minutos de Sandro, en el desenlace fatal del artista argentino. 

Ayer, a las 20:40 horas, cuando su vida se paralizó para siempre, su esposa, Olga Garaventa, estaba en el buffet y el bar del sitio y ahí se enteró de la noticia. Salió corriendo junto a sus hijos y una amiga a la sala de terapia intensiva para profundizar la noticia.

Era un impacto de proporciones: ella fue secretaría del cantante y se casaron en 1997, en su único matrimonio. Sandro ha confesado que se trata del mayor amor de su vida, de la única mujer que lo ha escuchado y entendido. No son pocos los biógrafos del argentino que creen que Garaventa fue la única que vio a la persona por sobre el ídolo, que fue más allá de las nenas que lo idolatraban con demencia.

En el Hospital Italiano, Olga había llegado por tercera vez en el día al bar poco después de las 20. Siempre acompañada por guardias de seguridad y evitando cualquier contacto con la prensa, eligió una mesa junto a una ventana, se sentó a tomar un jugo de naranja junto a una amiga y comenzaron a conversar sin dar grandes señales de preocupación. La televisión mostraba en grandes títulos que Sandro estaba muy grave, y ellas parecían no querer ver ni escuchar nada más.

En otra mesa más retirada, los médicos Sergio Perrone y Claudio Burgos también intentaban relajarse luego de entregar el segundo parte médico del día. Se los notaba cansados y preocupados, según reporta hoy la prensa argentina. Pidieron un café mientras se quejaban con unos periodistas por algunas informaciones. Cerca de las 20.15, recibieron un llamado y partieron rápido hacia la sala de terapia intensiva, aseguran distintos medios.

Cuando Olga pagaba el consumo, un guardia se acercó y le comentó algo al oído. Ahí, se supone, supo lo del fallecimiento y partió a hablar con los doctores. Todo ese movimiento alertó a los periodistas, quienes intuyeron que algo había pasado. Incluso algunas radios ya hablaban de la muerte del Gitano, minutos antes de que los médicos oficializaran su partida.

Luego, en la noche, Olga habló con la conductora Mirtha Legrand y sus palabras fueron categóricas: "Murió como un rey", le dijo a la conductora. Además, agregó, que la última mirada de su esposo -con quien se casó en 2007- en el quirófano fue de "ya no puedo más".

Se espera que la mujer del ídolo, quien fue su secretaria por 20 años, lidere el adiós masivo de hoy en el Congreso de la Nación de Argentina, el que comenzará cerca de las 14 horas. Antes, habría una ceremonia privada.

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