Los tres minutos que cambiaron la vida en el Zoológico Metropolitano

A tres días del trágico episodio que se registró el pasado 21 de mayo, la jefa de Manejo y Bienestar Animal del recinto relata cómo se vivió minuto a minuto el suceso. 




En un poco más de tres minutos, la vida en el Zoológico Metropolitano, cambió para siempre. El pasado sábado 21 de mayo, a eso de las 11.30 horas, se activaron las alarmas y los funcionarios del recinto pusieron en práctica los protocolos que ensayan de lunes a domingo.

Para muchos era una locura, pero Franco Ferrada, logró romper con las medidas de seguridad y se lanzó a la jaula de los leones. En un principio, los felinos no se acercaron, pero tras varios hostigamientos del joven de 20 años, reaccionaron acorde a su naturaleza.

En los últimos 30 años, el episodio que terminó con la vida de Manolo y Flaquita, es el cuarto suceso en el mundo de estas características. Es por esto, que parte del equipo periodístico de La Tercera, llegó hasta las dependencias del zoológico para conocer, desde la mirada de sus funcionarios, cómo se vivieron esos momentos de emergencia.

Andrea Caiozzi, es la jefa de Manejo y Bienestar Animal del recinto, y detalla minuto a minuto cómo fue el procedimiento que por estos días los mantiene en shock.

Según comenta, Ferrada habría entrado por el acceso principal del zoológico, se desconoce si pago su entrada y también cuál fue su recorrido antes de llegar a la jaula de los tres felinos. Estos antecedentes los tendrá que determinar la investigación en curso.

Los testigos que estaban en el lugar, aproximadamente 18 personas inicialmente, dan cuenta de que el joven escaló la reja que separa a las fieras de los espectadores y al llegar arriba, rompió el alambrado que evita que los visitantes arrojen elementos a los animales. Dicha medida es opcional, pues los requerimientos internacionales no establecen que los recintos donde se encuentran los leones deba ser totalmente cerrado.

Ante este episodio, uno de los funcionarios que se encontraba cerca del recinto de los felinos encendió las alarmas, informando a todo el personal que trabaja en el lugar y activándose inmediatamente el protocolo de emergencia.

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