Luis Larraín: "Sería un pésimo negocio para la Alianza llegar a acuerdo en educación"

A juicio del Director ejecutivo de Libertad y Desarrollo el rol que asumirá la DC es una las incógnitas que tiene el debate por la reforma educacional.




Luis Larraín dice que hay que mirar con atención los pasos de la DC en el debate educacional. El director ejecutivo de Libertad y Desarrollo hace propia una tesis de José Joaquín Brunner de que hay un despertar de la DC a propósito de la reforma sobre el lucro, la selección y el copago. Y es enfático al señalar que a la "derecha" no le conviene ser "cómplice" de una mala reforma.

La Presidenta dijo que había una campaña pagada detrás de las marchas de apoderados. Independiente de eso, ¿existe alguna conexión con la Alianza?
Eso es una maniobra para distraer la atención sobre los problemas políticos serios que están teniendo con la reforma educacional. No sé si alguna vez alguien preguntó quien financiaba la Confech. La Presidenta está perdiendo una de sus fortalezas, que es conectar con el sentido común de la gente.

Pero varios en la Alianza participan en las movilizaciones...
El movimiento de padres y apoderados representa lo que es el sentido común. Algunos parlamentarios de la Alianza han descubierto con algo de sorpresa, pero con agrado, que por primera vez en mucho tiempo sus posturas tradicionales, defender la libertad de educación, la educación particular, están sintonizando con la gente. Es un fenómeno que se ha visto a lo largo de Chile. Hace mucho tiempo no sucedía que en una asamblea, por ejemplo, los parlamentarios de la Alianza salgan aplaudidos y los de la Nueva Mayoría pifiados. Es el reencantamiento de la derecha con la política.

¿Qué cambió en la centroderecha, que hoy redescubrió esa relación con la calle?
Durante todo el gobierno de Piñera, las movilizaciones del año 2011, y todo lo demás, fueron muy masivas, representaron algunos problemas acuciantes que tenía muchas familias chilenas. ¿Qué pasó con la derecha? La derecha se vio enfrentada a esta ola y, claro, en su oportunidad tampoco tuvo planteamientos demasiados claros al respecto. Pero ese cargo no se le puede hacer al gobierno de Piñera, que tuvo posición, puso un énfasis importante en el financiamiento, las becas y los préstamos para resolver esas situaciones.

Pero en un momento en el gobierno pasado estuvo la tesis de que había una mayoría silenciosa que no se manifestaba.
La movilización no era artificial. La pregunta es ¿por qué se movilizaba la gente? ¿Por qué junto a un estudiante marchó su padre, su abuela? Es porque la mayoría de las familias chilenas estaban siendo obligadas a un esfuerzo desproporcionado para que sus hijos se educaran. Eso se confunde con otras demandas del movimiento estudiantil, que tienen que ver con el fin al lucro y otras cosas. No creo que las movilizaciones hayan sido artificiales, pero creo que los motivos para movilizares eran básicamente dos: esfuerzo económico desproporcionado y mala calidad.

Ahora vienen otras reformas, desmunicipalización, fortalecimiento de la educación pública, enseñanza superior. ¿Cual es el escenario que viene?
Van a generar debate, pero todavía está por verse cuál es el desenlace de esta reforma y qué va a hacer la DC, porque ha insinuado, sobre todo a través de su presidente, Ignacio Walker, una posición discrepante. Hay una columna de José Joaquín Brunner, que dice que hay un despertar de la DC y lo califica como el hecho político cultural más importante desde la elección de Bachelet. La pregunta es si la DC va a persistir o va a sucumbir al peso de la noche que es la Nueva Mayoría y Michelle Bachelet. El consejo nacional que hicieron partió con muchas ínfulas y, al final, se conformó con que les pidieran disculpas porque los habían tratado mal. Hasta ahora se ha quedado en una pura pataleta. Una gran base DC no quiere la reforma de Bachelet y si la DC no aprovecha esto, que Brunner llama el despertar, lo va a aprovechar la derecha.

Si tuviera que hacer una apuesta, ¿la DC va a terminar en el gobierno de Michelle Bachelet?
Cuando irrumpió Gutenberg Martínez, parecía que estaba liderando una DC un poco más decidida que la de Ignacio Walker, en cuanto a diferenciarse del resto de la Nueva Mayoría. La expresión de que la Nueva Mayoría tenía fecha de vencimiento, fue muy fuerte. Si Bachelet pierde fuerza, como pareciera que está perdiendo, entonces ahí hay un fenómeno interesante, porque podría alentar a la DC a ser un poco más independiente.

¿Cuál será a su juicio la discusión central en el Senado?
En el Senado, por una suerte de aplicación del principio de realidad, se va a modificar el proyecto en la cosa del lucro. Permitiendo los arriendos, eso es lo que algunos han llamado el lucrito, que en el fondo es un lucro regulado. Eso es altamente probable que así sea porque la DC está por eso.

¿A la Alianza le conviene llegar a un acuerdo como ocurrió con la reforma tributaria?
No le conviene. Los acuerdos rentan en el corto plazo. A la Alianza no le conviene porque se haría cómplice de la reforma educacional que a juicio de todos los analistas de la Alianza es mala y que, además, la gente no la quiere, entonces, por qué hacerse cómplice. La verdad es que sería un pésimo negocio para la Alianza llegar a acuerdo. Si cambian el corazón, bueno, ahí puede ser. Si no, no le conviene de ninguna manera.

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