Macron afronta la primera huelga por su reforma laboral
Los sindicatos llegaron divididos y el Presidente no quiere mover ni una coma de la reforma.
Emmanuel Macron se sometió hoy al primer examen de la calle. La jornada de huelga y manifestaciones convocada por el sindicato CGT y otras centrales minoritarias permitía medir el descontento social con un Presidente que en mayo ganó las elecciones con la promesa de transformar Francia.
El objetivo de las protestas era frenar una reforma laboral que entre otras medidas facilita la contratación y el despido. Macron, que tiene una cómoda mayoría parlamentaria, ya ha dicho que mantendrá sus planes para adoptar las nuevas leyes a fines de mes. Una declaración del mandatario calificando de "vagos" a los detractores de la reforma caldeó el ambiente previo a las protestas.
Decenas de miles de personas desfilaron en varias ciudades francesas (400 mil según la CGT). En París, entre la plaza de la Bastilla y la puerta de Italia, fueron 24.000, según la prefectura; 60.000, según el sindicato CGT. En todo caso, una cifra de asistentes inferior a la de la primera manifestación contra la reforma laboral del Presidente François Hollande, en marzo de 2016. La protesta de París terminó con incidentes puntuales y gases lacrimógenos. Fue una manifestación multitudinaria, festiva en casi todo momento, pero no masiva. Difícilmente disuadirá a Macron de continuar con su programa reformista.
Coincidiendo con la protesta, Macron voló al territorio francés de San Martin, en las Antillas, devastado por el huracán Irma. El viaje era una señal de que el Presidente pasó la página de la reforma laboral -la da por aprobada y no quiere tocar ni una coma- y desea ocuparse de otros asuntos. En los últimos días, se han multiplicado anuncios sobre las próximas reformas, por ejemplo en materia impositiva y en seguridad social. En los canales franceses competían hoy las imágenes de las ruinas de San Martin y de los sindicalistas manifestándose.
La CGT y los otros organizadores convocaron 180 marchas en toda Francia y llamados a huelga en 4.000 empresas. La huelga afectó, entre otros sectores, el de los transportes, aunque no paralizó el país. Los sindicatos llegaron divididos. De los tres grandes, sólo participó la CGT, el más izquierdista. Los líderes del reformista CFDT y de Fuerza Obrera (FO) renunciaron a participar, aunque miembros de este último se manifestaron junto a la CGT. A la protesta se sumó el líder de la izquierda alternativa en la Asamblea Nacional, Jean-Luc Mélenchon.
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