Marcelo Bielsa regala otra de sus particulares conferencias en Francia
El DT dialogó con un periodista francés del presente del Marsella, su visión del éxito, y su encuentro con Zidane.
Marcelo Bielsa tiene una serie de particularidades que construyen su imagen y que lo hicieron valedero del apodo de "Loco". Pero si hubiese que elegir una que lo identifique, y alcance a graficar en alguna medida todas sus excentricidades, bien podrían ser las conferencias de prensa, siempre reflexivas y extensas, y que entregó en todos los equipos que dirigió.
El técnico argentino no rehuye de las preguntas, por más incisivas que sean. No se ve apurado, ni con ganas de zanjar rápido el trámite que le permita dejar la sala. De hecho, se toma su tiempo para responder con extensas concatenaciones de ideas. Y no tiene miedo de teorizar. Habla de fútbol, pero también de la vida misma; a ratos, quizás, algo incómodo, sin poder encontrar las palabras precisas para desarrollar los complejos pensamientos que tiene en la cabeza.
Y tal como en Chile lo hizo en repetidas ocasiones, ahora le toca a Francia, donde Bielsa tiene al Olympique de Marsella como puntero del torneo. En la conferencia de prensa que se realizó en la antesala del duelo con el Lille, el transandino volvió a regalar un interesante diálogo que sostuvo con un periodista francés, quien abordó el desgaste físico del actual líder de la Ligue One, a propósito del duelo perdido ante el Mónaco en la última fecha. No sólo quedó en eso: Con mucha mesura, Bielsa habló del presente de su equipo, pero también del éxito, del fútbol francés, y de su encuentro con Zinedine Zidane, la semana pasada.
De hace un par de semanas, los periodistas dicen que los jugadores están cansados...
No sé quienes opinan así, tampoco sé lo elementos de juicio que utilizan. Pero el partido de Mónaco fue el partido del año en que más corrió el equipo. Quisiera que me de su punto de vista sobre ese dato, porque como en la pregunta no lo considera, quizás necesita reformular la pregunta.
No sólo es mi punto de vista, sino también el de otros periodistas; tomando el tema del pressing, por ejemplo.
Para hacer pressing el rival tiene que poner la pelota en juego. Mire lo que pasa cuando es el arquero el que tiene la pelota. Trato de ser equilibrado en mis puntos de vista, pero acá la cuestión está planteada así: Los periodistas -un colectivo sin nombres propios- dicen que el equipo está cansado. Entonces, yo le pongo como ejemplo que ningún equipo corrió más que Marsella. Me contesta que el equipo no presiona como antes, y yo le digo: usted no ve los partidos, o si los ve, no registra los datos.
Jugar al fútbol no es atletismo. Correr es bueno, pero correr detrás de la pelota es bastante complicado.
Lo que dice es cierto y no tiene nada que ver con lo que estamos hablando. Que el fútbol no es atletismo, estoy totalmente de acuerdo. Corrimos detrás de la pelota frente al equipo que más posesión tiene en todo el campeonato, que no perdió la posesión con ninguno de los 18 rivales anteriores. Si lo que digo no es cierto, denme un márgen del cinco por ciento de error.
No me preocupa intercambiar ideas con ustedes. Me enriquece porque a lo mejor encuentro datos que no poseo, pero evidentemente le falta consistencia a las posiciones que difunden. Es surrealista el diálogo. Está puesto en tela de juicio la capacidad de gol del equipo que más goles consiguió en la temporada. A la derecha de la tabla está ese dato. No hay que buscar situaciones erradas o situaciones creadas.
Estamos a mitad de campeonato y usted está conociendo la Ligue 1. ¿Qué piensa usted de esta liga?
Creo que el fútbol francés tiene los mejores jugadores jóvenes del mundo. Los equipos más grandes del mundo van a comprar 15 jugadores de esta liga menos de 25 años.
¿Ser campeón es algo anecdótico o es algo que le gustaría cumplir?
Es anecdótico y me gustaría que se cumpla porque el esfuerzo de los jugadores lo merece. Es anecdótico terminar primero, pero ganar es indispensable.
¿Puede hablar de su encuentro con Zinedine Zidane?
Zidane es un monumento viviente del fútbol. Yo lo veo más como una esttatua que como un ser. Ejerce esa inhibición que la grandeza provoca en los espectadores que tienen virgen la capacidad de admirar. Somos de una época que la fascinación por el talento y la admiración por el pasado. Todavía nos conmueve. Los tiempos que corren no consideran el pasado y admiran sólo el éxito. Haber tenido a Zidane cerca y encima obligado a escucharme fue un momento inolvidable. Cada cosa que le comentaba, le decia '¿y usted qué opina?', como dándole a entender que no era yo quien tenía el derecho a la palabra. Y el me contestaba 'no importa en este caso lo que digo yo'. Ejerce ese poder inhibitorio sobre los normales que hace que a uno le cueste expresarse.
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