Mario Montanari: su vida después de Invermar

Mario Montanari

A un año y medio de la venta de la histórica salmonera, el empresario rompe su silencio. Reconoce que le costó separarse de la compañía, pero que hacerlo fue una buena decisión.




Mario Montanari decidió que era el momento de hablar. La coyuntura económica, social y política, marcada por una carrera presidencial adelantada y, a su juicio, carente de temas de fondo, empujó a este empresario, sociólogo, economista y vicepresidente de InvertecFood a romper su prolongado silencio.

Se le ve contento, pero reflexivo. El hombre al que en 2006 llamaron "el profeta alimentario", porque adelantó que Chile se convertiría en un importante exportador de alimentos, habla de sus proyectos con pasión. Tiene 70 años, no piensa en jubilarse y está atento a todo lo que pasa.

Es un hombre de mar, pero que ha estado obligado a permanecer en tierra, desde que en marzo de 2015 vendiera Invermar al grupo Izquierdo Menéndez. La empresa, que creó junto a su hermano Alberto, fue pionera en la salmonicultura nacional y atravesaba por una delicada situación financiera.

Cuenta que el día en que se despidieron de la firma, 12 embarcaciones pasaron por delante de ellos tocando sus bocinas en Chonchi, en la Isla Grande de Chiloé. "Fue algo muy lindo. Estoy muy estimulado con el reconocimiento que nos han hecho los pioneros de la acuicultura. En nuestro código se dice 'pionero que cae no se cuenta, solamente se le honra'", recuerda con nostalgia.

Dice que después, la familia Izquierdo tuvo un gesto que jamás olvidará: les "devolvió" el Marmoran, el barco insignia de los Montanari, que su propio padre, Mario Montanari Rendi, capitaneaba y que era parte de los activos de Invermar. "Lo conservaré por el resto de mi vida", confiesa, y añade que está contento por el repunte de la compañía. "A todas las empresas que vendimos -Invermar, Salmofood y Ostimar- les está yendo muy bien gracias a la inyección financiera que tuvieron. Eso me produce mucha alegría y también a los 1.500 empleados de Invermar", señala, y se entusiasma contando que hoy la firma está produciendo salmones de 5,5 kilos. "La operación está recuperándose de manera muy importante. Este año los precios están más altos, de hecho, el precio del ostión es el más alto en la historia de la compañía, y Salmofood también va a lograr un récord en sus utilidades de los últimos 20 años. Por lo tanto, todos los compradores pueden estar contentos, porque tienen un buen futuro por delante", proyecta.

Bendita corriente de Humboldt

Considerado un empresario poco convencional, este ex subsecretario de Agricultura del gobierno de Allende hoy está concentrado en continuar impulsando a Chile como una potencia alimentaria, pero esta vez "única". Su sueño es que los llamados "ingredientes funcionales" (que además de sus propiedades nutricionales básicas son capaces de modular una o varias funciones del organismo, contribuyendo a reducir el riesgo de enfermedades) se conviertan en el "nuevo sueldo de Chile".

Asegura que al 2030 el país podría estar exportando US$ 62 mil millones en este rubro -el 30% de los envíos nacionales- y que si se le suman los alimentos convencionales se llegará a cifras de alrededor de US$ 95.000 millones.

¿Cómo? Formulando los distintos nutrientes que tienen los productos chilenos, realizando un análisis exhaustivo de los alimentos y asociándose con Japón para compartir la experiencia y tecnología. En especial, "los algoritmos y bigdata para asegurar la funcionalidad de los alimentos que hoy exige el mercado internacional", explica.

Su análisis se basa en las cualidades únicas que tienen los productos chilenos. "El mar de Chile es atravesado por una corriente antártica -la corriente de Humboldt-, que tiene una diferencia de temperatura en las distintas latitudes de ocho a 10 grados en el mismo día. Eso hace que las plantas y peces tengan que hacer un esfuerzo y tengan que adaptarse a esta variabilidad, lo que, a la vez, hace que nuestros productos del mar y de la tierra tengan más ingredientes funcionales que el resto del mundo. Esa es una cualidad única de Chile", sostiene.

Por eso, estima que el gobierno deberá hacer un esfuerzo en el mediano plazo para crear una "denominación de origen" para que todos los productos locales se beneficien de esta cualidad única de las aguas chilenas. "La propuesta que tengo debe ser una denominación de origen, 'Corriente Alimentaria de Humboldt o de Chile'. Me parece una cosa relevante, además, porque nos obliga a trabajar en la alimentación que los consumidores reclaman hoy día", explica.

Este plan, dice, lo presentó este año a algunos ministros, también a las autoridades de Corfo y asegura que la Presidenta Bachelet está al tanto, lo mismo que el Congreso del Futuro, recalca. "Como ve, salí de nuevo a canutear mucho", bromea.

No es la primera vez que golpea puertas para predicar su visión de futuro. Por eso usa el término "canutear", que alude a la forma en que expresan su fe los evangélicos. En el anterior gobierno de Michelle Bachelet también lo hizo con la idea de la potencia alimentaria.

Kale con doble calcio

Cuando Montanari habla de la revolución de los alimentos saludables, lo hace con conocimiento de causa. Hace más de 30 años que junto a su familia controla InvertecFood, una exportadora de alimentos que hace unos 12 meses decidió abrirse a realizar insumos a pedido, de la mano de los productos funcionales que son enviados mayormente a Japón, pero también a Europa y Estados Unidos. "Estamos incorporando nuevos ingredientes a nuestra parrilla. Se trata de jugos vegetales formulados -Fruits and Veggies- y mezclas congeladas no tradicionales, como el kale, por ejemplo, producto que tiene más calcio que la leche, pero que en Chile tiene más calcio que en otros países y también tiene más hierro que la carne y posee varias vitaminas antioxidantes y antiinflamatorias. Nosotros ya no vendemos tomates o manzanas, vendemos manzanas con más fibra y maqui con más antioxidantes, y cobramos por esos ingredientes adicionales que actúan directamente para mejorar la salud", explica.

Montanari destaca que estos productos generan un mayor margen, que es cercano al 8% sobre las ventas en la última línea y que dobla al que obtiene generalmente la industria.

Hoy, los funcionales explican cerca del 15% de la producción total de alimentos de InvertecFood, que espera cerrar el 2017 con ventas globales por US$ 55 millones. Para 2018, Montanari espera que los productos saludables crezcan "sustancialmente". Ese año estarán en plena producción, dice, porque podrán cumplir con la demanda de ingredientes que sus clientes les están solicitando hoy.

Política: "Hoy no hay debate"

Donde no ve las cosas tan bien es en la política chilena. Crítico de la coyuntura económica y política del país, Montanari dice que siente una gran admiración por Bachelet, a quien le reconoce su capacidad para poner en la mesa los problemas estructurales y de fondo, pero lamenta la forma en que la Mandataria los abordó. "No han entendido que en el siglo XXI el problema es el "cómo" y no el "qué se hace solamente", indica.

Agrega que "sé que cuando se quiere cambiar una estructura se produce un caos y luego viene el orden. Por eso, no me asusta el caos que hay en términos iniciales, pero confío en que el país se hará cargo del problema y se van a tomar las medidas para remediarlas y avanzar en los importantes cambios estructurales necesarios para encontrar los nuevos equilibrios", dice.

Agrega que en los sistemas complejos, "el caos y los equilibrios son consustanciales, como seguramente sucederá en la política educacional y otras".

En cuanto al debate presidencial anticipado, indica que el problema que están mostrando las presidenciales es que "no hay un debate político". Eso, dice, "es una tragedia", pues "no se logran construir las confianzas y no se discuten los problemas de fondo, y ellos tienen que hacerse cargo de los problemas que los ciudadanos y ciudadanas tienen".

Añade que ve a la elite "ensimismada en sus problemas, en readecuar las alianzas propias y sin enfrentar los problemas de fondo del país y de la ciudadanía; evidentemente eso da mucha preocupación y rabia".

Para el futuro, dice que Ricardo Lagos es un hombre con carácter y que sabe que no hay un gobierno bueno si no se tiene un proyecto estratégico ni se crean las condiciones para que se pueda discutir en un tono razonable. "Es un individuo capaz de disciplinar a los distintos actores políticos del país, y es un hombre de Estado, igual que José Miguel Insulza", reconoce.

De Sebastián Piñera dice que no le cabe "ninguna duda" de que el ex presidente defendió los intereses del Estado durante el diferendo limítrofe con Perú en La Haya, pero que, a su juicio, la compra de acciones de la pesquera Exalmar fue "inadecuada".

"El binomio Islas Vírgenes y Exalmar no lo favorece en nada y lo único que hace es perjudicar la imagen", señala. Y agrega que "si quiere ser Presidente tiene que dejar de lado sus negocios, totalmente. Nada de diferenciar entre inversiones en Chile e inversiones afuera, tiene que ser totalmente y decírselo al país con fuerza. Creo que lo hará, porque es un hombre inteligente".

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