Más de 2.500 agentes se encargarán de la seguridad de Obama en Brasil

El Presidente de Estados Unidos junto a su esposa e hijas llegarán a Brasilia la mañana del sábado.




Unos 2.500 agentes de seguridad serán desplegados el próximo sábado en Brasilia durante la visita del Presidente de EE.UU, Barack Obama, quien comenzará su gira por Latinoamérica que lo llevará también a Chile y El Salvador.

En las operaciones de seguridad participarán miembros de las Fuerzas Armadas y de los cuerpos policiales de la capital, que trabajaran en conjunto con unos 250 agentes de Estados Unidos.

La operación incluirá desde helicópteros de la Fuerza Aérea hasta francotiradores ubicados en sitios estratégicos de la Explanada de los Ministerios, una amplia avenida en la que se sitúan todos los edificios del poder público en Brasilia.

La llegada de Obama a Brasilia está prevista para la mañana del sábado, cuando tras una breve escala en un hotel que estará blindado por agentes de seguridad, se dirigirá al Palacio presidencial de Planalto, donde será recibido con una ceremonia por la Presidenta brasileña, Dilma Rousseff.

Los alrededores del palacio serán rodeados por cercas de metal en un perímetro de unos 200 metros, por lo que se prevé que los ciudadanos no podrán ver al Presidente norteamericano.

Portavoces del Ministerio de Relaciones Exteriores aseguraron  que Obama llegará a Planalto a las 10.00 hora local (13.00 GMT), y pasará revista a una tropa de 217 militares vestidos con uniformes de época, para luego subir por una rampa que conduce al primer piso del palacio, donde será esperado por Rousseff.

Tras escuchar los himnos de ambos países, Rousseff y Obama harán un breve paseo por el palacio y visitarán una exposición de pintoras brasileñas que será inaugurada oficialmente el próximo día 23.

Luego tendrán una reunión privada y se trasladarán al Palacio de Itamaraty, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, donde la jefa de Estado brasileña ofrecerá un almuerzo con un menú totalmente local.

Antes del almuerzo, Obama y Rousseff participarán en la clausura de un seminario que reunirá a representantes de unas 20 grandes empresas de ambos países y, tras los postres, el Presidente estadounidense se dirigirá a un centro de convenciones para asistir a otro evento del sector privado.

El mandatario de Estados Unidos viajará a Brasil con su esposa, Michelle, y sus dos hijas, quienes tendrán una programación paralela, y con la estadounidense Tania Cooper, esposa del canciller Antonio Patriota, como anfitriona.

La agenda oficial de Obama en Brasilia concluirá con un discurso en el segundo evento empresarial, y podría incluir una cena o un coctel en el Palacio de la Alvorada, residencia oficial de la Presidencia brasileña.

Según portavoces de Cancillería, Obama y su familia viajarán la noche del sábado hacia Río de Janeiro, donde la agenda del domingo incluirá una visita al Cristo del cerro Corcovado, un discurso en una céntrica plaza ante un público que puede llegar a 30.000 personas y un posible paseo a una favela, aunque este último no ha sido confirmado.

Así como en Brasilia, la seguridad en los sitios que Obama visitará en Río de Janeiro será extrema, con una operación pocas veces vista en la ciudad y que desplegará a miles de agentes por tierra, aire y mar.

Las autoridades de Río de Janeiro han previsto cerrar el tránsito en siete manzanas en torno a la plaza de Cinelandia, un tradicional reducto de la bohemia carioca en el que este domingo no podrá abrir el comercio, incluidos decenas de bares y restaurantes.

El bloqueo en una amplia región del centro, en la que no podrá estacionar ningún vehículo, y el cierre de todo el comercio fue exigido por los servicios secretos de EE.UU., reconoció ayer el secretario de Servicios Públicos de Río, Carlos Roberto Osorio.

El funcionario agregó que la alcaldía colocó a disposición de los servicios secretos de Estados Unidos toda la infraestructura de su Centro de Operaciones, desde donde la ciudad es vigilada a partir de 500 cámaras y desde donde se comanda la seguridad pública.

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