Ministro de economía de Brasil afirma que ellos benefician tanto a pobres como a banqueros
"Nuestro éxito es que logramos beneficiar a la población como un todo. Más a los pobres y menos a los banqueros", dijo el secretario de Estado brasileño, Guido Mantega. <br>
El ministro de Economía de brasil, Guido Mantega, afirmó que el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff es como si fuera el tercer mandato de Luiz Lula da Silva, defendió la desaceleración de la economía y sostuvo que los ganadores del modelo del Partido de los Trabajadores (PT) fueron "los pobres y los banqueros".
"Nuestro éxito es que logramos beneficiar a la población como un todo. Más a los pobres y menos a los banqueros. Pero nosotros beneficiamos a pobres y a banqueros. ¨¿No es una maravilla?", dijo Mantega al diario Folha de Sao Paulo.
El ministro que asumió en 2006 Economía bajo el gobierno de Lula se mantuvo en el cargo en la gestión de Rousseff y fue el responsable de diseñar el recorte de gastos de 30 mil millones de dólares en el presupuesto de 2011.
Mantega evitó diferenciar a Lula(2003-2010) de su ahijada política y su ex ministra, la presidenta Rousseff, como impulsa gran parte de la prensa y la oposición. "El gobierno de Dilma no es parecido ni con el primer gobierno de Lula ni con el segundo gobierno de Lula. Es parecido con un Lula 3. Diferente del Lula 1, cuando asumimos en condiciones complicadas. El actual es parecido al Lula 2. Dilma 1 es parecido con Lula 2 porque estamos trabajando para un crecimiento de 4,5%, 5%, algo históricamente sin par", explicó el ministro.
Para Mantega, una vez superada la crisis internacional, "el Estado puede retroceder" en términos de incentivos bancarios y productivos. Brasil, explicó, "es hoy un país de crecimiento de 4,5% ó 5%. El crecimiento de 2010, de 7,5%, fue algo excepcional. Todavía no estamos en condiciones de crecer a ese ritmo porque puede haber sectores con signos de estrangulamiento, falta de mano de obra y de infraestructura".
Mantega afirmó que la inflación es una preocupación permanente pero se encuentra bajo control y se definió como un "desarrollista que jamás" practicará el recetario ortodoxo.
"Eso no significa que no sea responsable desde el punto de vista fiscal", afirmó. El ministro dijo que el real se valorizó frente al dólar porque Brasil se hace cada vez más atractivo para la inversión. "Brasil es un país sólido donde las empresas tienen lucro, no sólo los bancos", agregó.
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