Mónica Puig: "Quiero ser la mejor del mundo"

Luego del retiro de la argentina Gisela Dulko, hace tres temporadas, el tenis latinoamericano se quedó sin figuras relevantes. Sin embargo, esta tendencia poco a poco parece cambiar.

La irrupción de la puertorriqueña Mónica Puig ha ido remediando este vacío. Con 21 años, la oriunda de San Juan se ubica en el puesto 49 del ranking WTA, convirtiéndose en la mejor exponente de la región.

Sin embargo, no se conforma con ese honor."Estoy muy orgullosa de ser la mejor latinoamericana en el ranking, pero eso no basta. Quiero ser la mejor tenista del mundo", declara a La Tercera.

Entre sus logros destaca haber sido número dos del mundo en juniors, donde compartió con la mayoría de las integrantes del equipo chileno de Fed Cup, a quienes recuerda perfectamente: "Cecilia Costa, Fernanda Brito, Daniela Seguel y Camila Silva eran parte de mi generación".

A diferencia de las nacionales, que se fueron estancando, su carrera dio un salto rápido. La clave, dice, está en la actitud: "Hay que disfrutar el deporte. Cuando pierdes, una se tiene que levantar de nuevo e ir a la cancha trabajar".

Hoy Puig atraviesa por un período de renovación, encabezado por su nuevo entrenador, el español Ricardo Sánchez. "Esta temporada ha sido un poco de cambios, pero yo quiero ser una nueva Mónica. Tengo que ajustarme un poco a este nuevo estilo de vida, jugando grandes torneos y teniendo la oportunidad de ganar muchos partidos. También tengo que acostumbrarme a ser favorita. Es un poco difícil, pero es importante cómo competir", sostiene.

Su técnico dirigió a Nicolás Massú en sus comienzos y se ha encargado de transmitirle algunas vivencias a la tenista. "Mi entrenador dirigió a Massú y siempre me cuenta que cada vez que él jugaba por su país daba lo máximo. También conozco a Fernando González, que era un gran jugador", relata.

"Me gusta escuchar música", dice Mónica sobre su lado B. "Admiro a Chayanne y Wisin y Yandel. Son los mejores. Me gusta también ver películas, aunque soy muy de casa y estoy muy apegada a mi familia".

Asimismo, destaca la vital importancia de rodearse bien en el tour femenino, donde las cosas nunca son muy fáciles. "En el circuito comparto con las tenistas españolas y latinas. Lo mejor es tener amigas, así te apoyas mucho en ellas durante los torneos".

En la cancha también tiene algunos referentes: "Yo empecé a jugar a los seis años, cuando mi mamá me dio una raqueta. Desde ahí, no imagino una vida sin el tenis. Crecí admirando mucho a Agassi y a Steffi Graf. Fueron mis ídolos. También me gusta Djokovic, juega increíble. Aunque ahora me estoy fijando más en mi juego".

Puig está consciente de sus posibilidades: "Para mí, el circuito está muy difícil. El tenis está evolucionando mucho y cualquiera le puede ganar a cualquiera".

No obstante, insiste en que su meta es convertirse en la mejor jugadora del planeta. Personalidad e ilusión le sobran para intentar una aventura, que sólo ella sabe cómo terminará".